Un sábado de noche - Relatos Eróticos

Un sábado de noche

... aparto, sigo primero mamándosela y después chupándosela tragándome cada gota de su corrida como si fuera el mas sabroso de los manjares hasta que su polla queda completamente flácida e inerte… esto no es algo que haga siempre… es como una especie de premio o regalo que les hago solo a los tíos que me han hecho disfrutar…

Me dice su nombre, Carlos, mientras me ayuda a colocarme el minivestido… de vuelta a la discoteca me dice que es de Burgos… que esta de vacaciones con su amigo Chema… que tienen un apartamento alquilado… que le gustaría volver a verme… y que le pasara mi teléfono para seguir en contacto…

Le contesto lo mismo que digo casi siempre… que me llamo Sara (aunque mi nombre real es Mónica)… que yo soy de Vitoria (aunque en realidad soy de Alicante)… que también estoy aquí de vacaciones con unas amigas (aunque en realidad llevo viviendo en Benidorm mis 22 años)… y que nunca repito dos veces con el mismo tío porque no quiero quedarme “pillada” con ninguno, siendo casi cierto la primera parte y completamente mentira la segunda pues si follan de puta madre no me importa repetir y encoñarme con un solo tío en mi caso es una absoluta tontería pues no creo en la fidelidad y si en la libertad…

Como casi siempre mis mentiras son suficientes como para despedirnos como buenos amigos nada mas entrar en la discoteca…

Después de pasarme por los aseos para enjuagarme la boca y maquillarme un poco, me acerco hasta la barra y para cuando la guapa camarera me pone mi Martini blanco con tequila ya me he olvidado de su nombre y casi hasta de su cara… minutos mas tarde me subo a seguir bailando en uno de los pódium y no tardo mucho en volver a excitarme sintiendo las ardientes miradas de infinidad de tíos recorriendo cada cm de mi anatomía…