Un sábado de noche - Relatos Eróticos

Un sábado de noche

... pero él en cambio a decidido alargar mi agónico deseo un poco mas haciéndome girar dándole la espalda, deslizando de nuevo una de sus manos bajo el minivestido por detrás para seguir acariciándome la entrepierna al tiempo que tras ladearme el pelo, me pasa un brazo por encima del hombro para deslizar su otra mano por el generoso escote hasta uno de mis pechos, notando como cerraba su boca sobre mi nuca para empezar a mordisqueármela…

No se si es algo que les pase a muchas chicas pero en mi caso hay una extraña conexión entre mi nuca y mis pechos que me pone a mil por hora en segundos… de echo, mas de una vez me he tirado a tíos que no me gustaban simplemente porque me han puesto tan cachonda con esa sencilla conexión que no he sabido, podido o querido parar…

En el caso de este cabronazo ya no fue solo aquella caricia que tanto me gustaba… o la mano con la que me estaba acariciando mi encharcada entrepierna… también fue ver como un grupo de tíos se me quedaba mirando sabiendo sin duda lo que aquellas manos me estaban haciendo lo que me llevo irremediablemente a correrme de puro morbo delante de todos ellos…

Pese al orgasmo seguía cachonda cuando aquel cabronazo tiro de mi hacia la salida de la discoteca… seguía cachonda cuando entramos en uno de los cercanos y oscuros callejones… y me puse aun mas cachonda cuando se saco la polla para que se la mamara un poco…

Igual suena raro pues tengo amigas que lo detestan, pero a mi particularmente me encanta comer pollas, ...

... especialmente cuando entran en mi boca flácidas o morcillonas como fue el caso con este tío y las siento crecer y endurecerse dentro de mi boca…

Muchos tíos no se controlan cuando les haces una mamada y quieren o intentan que llegues hasta el final sin que te hagan sentir el más mínimo placer, pero no fue el caso de este cabronazo pues apenas la tenia ya bien dura cuando me hizo apartarme…

Yo misma me gire dándole la espalda… yo misma me incline hacia adelante apoyando mis manos sobre la cercana pared… pero fue él quien primero tiro del minivestido hacia arriba desnudando mi cuerpo de cintura para abajo y también fue él quien después me bajo los tirantes y tiro de la tela hacia abajo para desnudar mis pechos… excitada separe las piernas… él me ladeo el tanga y seguidamente me penetro con un repentino golpe de caderas…

Después de la mamada estaba segura de que a poco aguante que tendría, me correría, pues tenia el tipo de polla que mas me gusta, es decir gruesa… no me gustan las pollas delgadas por largas que sean pues apenas las siento… es como si bailaran en mis entrañas… prefiero una polla corta y gruesa… aunque de poder elegir, nada como una polla bien gruesa y bien larga… estoy segura (como muchas otras chicas) de que quien dijo en su día que el tamaño no importa era un tío y además con la polla diminuta…

De hecho, tarde menos de lo que me esperaba en correrme, en parte porque empezó a magrearme uno de mis sensibles pechos con rudeza y en parte porque empezó a ...