1. Cómo disfruté al novio de mi hija (4)


    Fecha: 19/11/2022, Categorías: Confesiones Autor: MarianaV42, Fuente: CuentoRelatos

    ... la mano y se metió al baño a calentar el agua y llenar la tina.
    
    Yo tomé mi celular y chequé si había algo que no hubiera visto mientras Caleb y yo cogíamos. Unas noticias, mensajes de mis amigas, uno de Alex quejándose de que no había dejado bien puesto el retrovisor de su auto.
    
    Meh, nada importante.
    
    Me levanté y, cuando estaba a punto de dejar mi celular en la mesita de noche, me di cuenta. Sobre la foto de bodas en la que Alex y yo nos besábamos, había un condón escurriendo esperma, una línea que nos dividía a mi esposo y a mí, justo en donde nuestros labios se tocaban un gran charco blancuzco se había formado debajo del cuadro. Al principio me lo tomé como algo aleatorio, pero ahora pienso que era algo más, que esa línea de semen representaba algo.
    
    Con mi propia lengua, limpié la superficie del cuadro y también el charco de la mesa. Después tomé el condón, apunté la abertura hacia mi boca y jalé con fuerza desde arriba hasta la base, vaciando sus contenidos y tragándolos. Seguía raspándome ese sabor amargo, pero lo cierto es que le había agarrado el gusto.
    
    Entré al baño y me encontré a Caleb midiendo qué tan caliente estaba el agua con la mano, me acerqué y le di una nalgada en ese hermoso culo.
    
    -Ya casi está listo, nena.
    
    Yo amaba que me dijera así, él lo sabía. Era sentirse joven otra vez.
    
    Después de un rato Caleb se metió a la tina y, abriendo las piernas, me invitó a recargar mi espalda en su abdomen y pecho.
    
    Ya dentro, sus impulsos ...
    ... sexuales siempre le ganaban. Su verga durísima, sus manos recorriendo mi cuerpo, sus labios en mi cuello.
    
    Pero siempre en la tina se le metía una misma idea: anal.
    
    Yo no quería hacer todavía, pero Caleb insistía bastante. Hasta el momento, lo había dejado lamerlo y meter hasta dos dedos, pero nunca penetrar mi ano.
    
    Y ese día, sus dedos acariciaban la puerta de mi recto.
    
    -Es pecado que con este culazo no me quieras dar a este chiquito -Me dijo.
    
    -Le dijiste chiquito tú mismo. Ahora voltea a ver tu pinche vergota, Caleb. Perdón, pero no mames.
    
    -Se estira bastante, amor.
    
    -No me quieras apresurar.
    
    -Bueno, sólo digo que por el ano no hace falta condón.
    
    -Si quieres meter dedo o lamerlo, está bien, pero ocupo estirar más para meterme esa cosa.
    
    Ni corto ni perezoso, Caleb me puso en cuatro dentro de la tina y comenzó a lamer mi ano a la vez que me penetraba con el dedo índice y el medio. Me gustaba su lengua, me encantaba, de hecho, pero esos dedos... No es que me hicieran daño, simplemente es que no me gustaban. Pero ahora Caleb usaba condón y claramente no disfrutaba tanto el sexo, supe que debía darle algo al adolescente jarioso, era natural y de esperarse en alguien de su dad.
    
    No dije nada, simples gemidos cuando su lengua tocaba la fibra indicada, pero fue entonces que sentí algo resbaladizo deslizarse entre mi raja y bañar la lengua y dedos de Caleb. Lubricante del que se calienta. Sus dedos se deslizaron con mayor facilidad y su lengua se sentía más ...
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