1. Emma y Juan


    Fecha: 15/06/2018, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... quedaría nada que no le dejara hacerle a su precioso cuerpo.
    
    Por más que la evolución de Emma de buscona a putita sumisa fuera un sueño cumplido para él, tenía que marcar una posición dominante, por lo que le señaló con desaprobación las gotas que había en el suelo con un gesto de fingido enfado. Ella reaccionó de forma inmediata apoyando la cara contra el suelo para lamer todos los restos y Juan aprovechó a apoyar con fuerza su pie en su cabeza, limitando sus movimientos. A la par, comenzó a darle unos contundentes azotes en su culo, marcándole en seguida con rojo su preciosa piel blanca, que finalizó con un sonoro cachetazo que dejó una marca de mano pefecta. Todos y cada uno de los azotes fueron acompañados por un gemido de su parte, excepto con el último, con el que notó que las piernas le temblaban como si sea acabara de correr. Junto con ese último azote, escupió en su pequeñito e inexplorado ano, metiendo hazto seguido todo el dedo corazón hasta chocar su entrada con los nudillos. Ella pegó un respingón pero no dijo nada, adoptando una posición de sumisión que me volvió a poner aún más cachondo.
    
    —Sólo queda la última cosa y ya serás mi putita. ¿Te suena layellow rain? Vas abrir esa ...
    ... boquita que ya me pertenece y te vas a beber todo mi meado, sin olvidarte de limpiarme la polla cuando acabe. Si haces esto, te prometo que tendrás esta polla siempre que quieras. —Conforme avanzaba la noche, cogía cada vez más seguridad y era más contundente con sus palabras sabiendo que había encontrado a una putita que sabía que debía contentar cualquier deseo de mi polla.
    
    Colocando si glande en la entrada de su boca y una mano en su nuca, corrí a mearme dentro, maravillándome de que no hacía falta sujetar su cabeza pues no rechazaba nada mi caliente orina, sino que tragaba a medida que lo iba soltando. Cuando terminé, me retorcí del gusto, pues había conseguido mi objetivo: tener a una bonita cachonda a mis pies relamiéndose después de haberme ofrecido su boquita, limpiando cada gota suelta que quedaba del meado que gustosamente se había bebido.
    
    —¿Eso es todo,papito? ¿Cuando vas a follarme? —Se podía notar por su tono de voz que la lluvia amarilla no había hecho más que excitarla y que se estaba muriendo de que la empalara con su rabo. Su chochito, por lo menos, no paraba de chorrear como pidiendolo a gritos.
    
    —No, ni mucho menos. Ahora tengo que pedirte unas cosas.
    
    Continuará... 
«12...5678»