1. Una relación laboral


    Fecha: 04/11/2022, Categorías: Erotismo y Amor Autor: femerba, Fuente: CuentoRelatos

    ... resultados, que no eran otros que eliminar los enfrentamientos y reclamos que a diario se presentaban, porque los hombres delegaban todo su trabajo en ella y se desentendían por completo de sus responsabilidades. Eso, por una parte, le resultaba benéfico a Xiomara y elevaba su imagen como funcionaria ejemplar, pues estaba al tanto de casi todo lo que ocurría en aquella oficina, pero, por otra parte, le generaba mucha tensión, ansiedad y malestares que ya evidenciaban síntomas en su cuerpo.
    
    Cuando estaba muy estresada, ella se rasguñaba la quijada y el pecho a tal punto que lograba abrir su piel en aquellos lugares donde lo hacía con mucha intensidad. Para camuflar los efectos de este comportamiento, utilizaba base de maquillaje y cubría las pequeñas heridas que ella misma se auto infligía, producto, en muchos casos, de la preocupación por cumplir y no quedar mal ante los jefes, uno de los cuales era yo, quien coordinaba el aporte de todos los miembros para elaborar los informes finales y las recomendaciones para la selección de alternativas.
    
    En un principio, haciéndole consciente de lo que yo observaba, me ofrecí para apoyarle y resolver aquellas situaciones conflictivas que estuviera experimentando en su vida, empezando por gestionar todas las situaciones relacionadas con su trabajo, de otra manera, buscando eliminar, poco a poco, aquellos aspectos que le generaban tensión. No fue bien recibida mi oferta de apoyo al comienzo y sentí cierto recelo y desconfianza en sus ...
    ... respuestas, así que me limité a decirle que, independientemente de lo que ella estuviese pensando, estaba totalmente dispuesto a propiciar cambios que le ayudaran a mejorar en su desempeño personal y profesional o, al menos, tratar de intentarlo y buscar, si ella lo prefería, alguien que la apoyara en ese proceso.
    
    La señora, pues era una joven casada, era un tanto testaruda y me indicó que ella sola podía resolver su vida y que, por lo general, ella hacía lo que le parecía. Yo, tratando de ser conciliador, le decía que aquello estaba bien, pero que el hecho de que se preocupara, al extremo de causarse daño, era un síntoma que indicaba que algo no era coherente entre su discurso, lo que me decía, y lo que realmente hacía, su comportamiento. Y para nada le caí simpático conversando sobre estos temas, pero tomé la decisión de hacer algo para que aquella situación mejorara.
    
    Me dediqué a estar pendiente de ella, a reconocer sus logros, a valorar su trabajo, a ser objetivo en las observaciones sobre aquellas cosas a mejorar y apoyarle para que los resultados fueran mejores. Me propuse invitarla a almorzar casi que diariamente, espacio durante el cual conversábamos sobre ella, su familia, su pareja, sus aspiraciones, sus proyectos, su vida. Era común que ella aprovechara ese espacio para preguntar sobre cosas personales, en un principio muy superficiales, pero, con el paso de tiempo, de mayor profundidad y alcance, como qué hacer para logar que su pareja fuera más especial con ...
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