Un fin de semana inolvidable
Fecha: 02/11/2022,
Categorías:
Erotismo y Amor
Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos
... ella... un raro orgasmo en el que mis intentos por no correrme, no me dejaron gozarlo.
-Joder... te has corrido...- me miró de manera desaprobatoria mientras se despegaba de mi, y comenzó a recoger en la palma de su mano mi leche. Yo la observaba... y extendió mi placer por sus tetas, de manera untuosa... arrodillada entre mis muslos y terminó de vaciarme con su boca, haciéndome gemir de sobreexcitación incómoda en mi miembro.
Nos duchamos antes de malcomer unos macarrones con tomate fríos de la nevera y nos tumbamos en el sofá con las piernas entrelazadas.
-Es raro...- dije mientras veíamos una película sin demasiado interés.
-¿Uhmmm?-
-Si... así, con la polla pelada...- pasé mi mano por mi pubis en el que sólo una fina línea de vello lo cruzaba verticalmente y acaricié la zona escrotal y mi miembro, suaves y totalmente depilados. La verdad es que cuando me propuso depilarme “ahí abajo”, me dio un poco de pánico... y hasta que no me dijo que había acabado, no volví a respirar... pero no me había hecho ni un rasguño.
-Me gustas más así... además incluso se ve más grande- magreó con su pie mi miembro.
Una idea me acudió. El grado de libertad que me hacía sentir Elisa, resultaba sublime... Me ubique a gatas sobre la alfombra presentándole mi trasero en pompa y mis piernas ligeramente separadas. Ella rió y sentada en el sofá, llevó su pie hacia mis partes que colgaban y mi pene se erguía.
-Mira mi cerdito... como quiere que le haga cositas... ¿te gusta ...
... que te haga cositas, eh?-
-Si... hazme cosas feas-
-Eres muy marrano, ¿lo sabías?- su empeine acariciaba mis partes...- ¿te quieres frotar en mi pie? Vaya... que dulce, mi perrito...
Ese “MI” de “mi perrito”, me generó una extraña sensación. Froté mi duro miembro en su empeine, pero de espaldas a ella, la placidez del frotamiento, era netamente inferior a la placidez de estar a sus pies sintiéndome “SU” perrito.
-Basta...basta- rió ella a mi espalda- que veo que te estás animando demasiado...
Advertí que se colocó detrás y empezó a acariciar mis nalgas con sus manos. Las magreó y las separó... posando un beso en mi puerta trasera. Di un respingo cuando lo que supe uno de sus dedos,buscó penetrarme... un azote hizo que no me moviera.
-Quieto... estate quieto, cerdito...-
De una manera que me resultó incomprensible, tiró de mi erección hacia atrás, mientras uno de sus dedos ensalivados, jugaban con mi virginal puerta trasera. Por alguna razón, su dedo y mis prejuicios con respecto a lo que era mi trasero, hacían que mi erección perdiera intensidad, lo que posibilitaba que mi polla pudiera volverse hacia atrás, a lo que ayudé directamente apoyando mi mejilla sobre la alfombra y de esa forma mi miembro surgía hacia atrás … era incómodo, pero la situación, lo que estaba haciendo, me excitaba sobremanera... gemí mezclando simultáneamente placer y displacer... Pero lo increíble fue que, manteniendo mi polla en su mano de manera firme es esa posición antinatural, ...