1. La locura de mi tía


    Fecha: 15/06/2018, Categorías: Incesto Autor: Nike, Fuente: CuentoRelatos

    ... la avisé de que me iba a correr. Ella se levantó rápidamente, se giró hacia mi izquierda y se remangó la falda hasta la cadera, doblando ligeramente la pierna y ofreciéndome la parte superior del muslo enfundada en el panty.
    
    —Córrete aquí, vamos, rápido.
    
    Me eché hacia delante y pegué mi capullo a su pierna, y enseguida salió el primer chorro de semen al que le siguieron tres más que cayeron en el lado de su pierna justo por debajo de la cadera, y empezaron a gotear hacia abajo. Poco antes de que el semen cayera demasiado bajo, mi tía se bajó la falda y cubrió con ella mi corrida. Antes de volver al comedor, quedamos en llamarnos y quedar más tranquilamente.
    
    En efecto, nos fuimos llamando, aunque no tuvimos la oportunidad de vernos. No obstante, hablamos a menudo aprovechando que ninguno de los dos tenía a nadie en casa y hablamos de nuestras preferencias. Al cabo de tres meses, a la vista de una boda familiar, planeamos un juego sucio:
    
    Ella me compraría un conjunto de ropa interior, y yo le compraría uno a ella. Nos los haríamos llegar y nos los pondríamos el día de la boda, donde nos los enseñaríamos puestos, a partir de ahí, lo que saliera.
    
    Yo pedí por Internet un conjunto de tanga y liguero negros, unas medias con costura y, sintiéndome espléndido, también le compré unos zapatos de tacón con punta. Esperé pacientemente y cuando tuve la oportunidad se lo envié. A los pocos días recibí un paquete, y al abrirlo me encontré con un conjunto similar al que yo ...
    ... había enviado, con la salvedad de que era blanco y en lugar de un tanga traía unas braguitas blancas de encaje.
    
    Llegó el día de la boda, y yo me puse mi conjunto debajo del pantalón, que elegí grueso para que no se notaran demasiado las hebillas del liguero. Fuimos a la boda y empezamos a saludar a los asistentes, aunque yo estaba más pendiente de encontrar a mi tía. Al final la encontré: llevaba un vestido negro, pero estaba detrás de un coche charlando con otros familiares, así que disimulé como pude mientras esperaba a que sus piernas quedaran al descubierto y poder comprobar si se había puesto lo que yo le había comprado.
    
    Al cabo de un minuto el coche se movió, y pude comprobar complacido que sus piernas calzaban la costura de las medias y sus pies los zapatos de tacón.
    
    Se me puso dura casi al instante, ya al ver que ella estaba en un sitio relativamente apartado de la gente me apresuré a acercarme casualmente a ella para darle los dos besos de rigor. Al acercarme a ella para darle los dos besos, levanté mi mano como si fuera a tocarle suavemente el brazo, pero lo que hice fue pellizcarle una teta. Mientras, cuando fui a besarle la mejilla que quedaba alejada de la gente, saqué mi lengua y se la lamí muy levemente con la punta.
    
    Ella me miró, sonriendo, pero sorprendida, y me golpeó jovialmente con el bolso. Seguidamente cada uno fue a la suya, aunque no nos perdíamos de vista.
    
    Acabó la ceremonia y los novios salieron de la iglesia para ser bombardeados con el ...
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