1. Mis amigas tramposas: Caro y el comisario


    Fecha: 09/10/2022, Categorías: Infidelidad Autor: sandra garcia, Fuente: CuentoRelatos

    ... el comisario estaba solo con un bóxer, pero su pene estaba afuera, no podía evitar verlo, era tan grande como la del director, pero llamaba la atención su cabeza que parecía una manzana roja, lo único que atine fue a taparme mis pechos con mis manos y decirle como una niña.
    
    C: No me haga daño por favor, lo hago por mi sobrino.
    
    Co: Carajo Carito que tales tetas que tal culo, la verdad es que esa uniforme de trabajo te tapa todo lo bueno que tienes, como te voy hacer daño, yo solo quiero quererte.
    
    No pude evitar sorprenderme verlo casi desnudo, tenía todos los músculos marcados en el abdomen a pesar de los 50 años que debía tener, se abalanzo donde yo estaba y arrodillándose me abrazo por la cintura y comenzó a comerme los pezones, si porque eso no era chuparlos, era succionarlos como un loco, como queriendo sacarlos, no pude evitar comenzar a sentir un calorcito que invadía todo mi cuerpo.
    
    Co: Un un um, que ricas tetas Carito, ah ah, te voy a comer todita, todita, um um
    
    C: No no siga, no, me duele, ay ay...
    
    El en ese momento me levanto como una muñeca con sus brazotes, y me echo suavemente en la cama, ya echada lo vi ya desnudo y con una tremenda erección, se recostó a mi costado y mientras seguía comiéndose mis senos, sentí como dos dedos ingresaban violentamente en mi conchita, mi hilo dental no le había dado ningún trabajo, salte del dolor, pero inmediatamente comenzó a moverlos dentro de mi circularmente, mi cuerpo y mente se llenaron de sensaciones ...
    ... parecidas a las que había descubierto ayer, pero más fuerte, el dolor quedo atrás, los dedos seguían moviéndose en círculos y sentía que ahora se movían dentro de mí con gran facilidad, me estaba mojando abajo, no lo podía controlar mi cuerpo, era terrible se estaba repitiendo, mi corazón latía a 100.
    
    Co: Ah ah ah, que rica conchita, ah ah, estas mojadita, ah ah, se ve que tus huecos ya quieren mi verga, ah ah ah, era verdad eso de que para que arranques te gusta el dedeo, ah ah espera que hoy dia te la ah ah ah te la vas a comer todita, ah ah...
    
    No entendí bien lo que decía, pero si me daba cuenta que el sentir esos dedos dentro de mi vagina, eran como un gatillo que disparaba un torrente de sensaciones en mi cuerpo y en mi mente desconocidas para mí, que nunca mi esposo había explorado.
    
    ¡Y estos dedos eran más grandes que los de ayer!
    
    A medida que el seguía estimulando arriba y abajo, sentía dentro de mi dos mujeres, una la buena esposa ama de casa fiel a su esposito, pero poco a medida que esos dedos se movían aparecía otra mujer que se excitaba con eso, una mujer que le gustaba ese sexo violento, a la fuerza, chantajeada, todo eso me estimulaba y quería más, ya tenía que morderme los labios para no gemir y que el comisario no se diera cuenta que mi cuerpo estaba a punto de explotar
    
    C: No no no mas, uuuuhhh, ah ah ah, no mas déjeme, no, ah ah ah uuuuhh...
    
    Mi cuerpo ya se arqueaba de placer, me sentía empapada, entonces el saco los dedos y comenzó a besarme el ...
«1...345...»