1. El préstamo: Claudia paga en abonos


    Fecha: 09/09/2022, Categorías: Dominación / BDSM Autor: Mamaceando, Fuente: CuentoRelatos

    ... en cualquier momento. Apretó más su cabeza y terminó llenándole la boca de semen.
    
    —¡haaagh! Hahggg!
    
    —No mames no mames no mames!
    
    Inevitablemente tragó el semen, no pudo sacar esa verga de su boca, el sabor que ya conocía estaba en su garganta. Los pocos fluidos que quedaron los escupió mientras Manuel la miraba sonriendo de oreja a oreja.
    
    —Así no…
    
    —¿Así… cómo? —preguntó mientras se subía el cierre guardando su verga.
    
    —No me gusta comérmelos…
    
    —¿Entonces? Bueno, mañana ya no te los comes ok
    
    Salió limpiándose la boca y escuchando los comentarios nuevamente.
    
    —¡pinche viejo suertudo!
    
    —con dinero dirás…
    
    —Pinche viejo cabrón, está bien buena.
    
    —¿de a cómo será? Yo si le pago guey!
    
    Al día siguiente llevo una liga para su cabello, aún le dolía la cabeza de los jalones que le dio Manuel. Se despidió de sus amigas y llegó directo a la oficina, sin molestarse en escuchar a los trabajadores.
    
    —Hola hermosa —Ella cerró la puerta y se arrodilló, con sus manos buscó la verga en los pantalones de Manuel.
    
    —¿Hoy traes ganas?
    
    —Quiero pagar mi deuda —El pene estaba aún flácido y fue cobrando tamaño y dureza a cada mamada. La lengua de Claudia daba vueltas en la verga y luego la metió por completo. Chupaba con ganas de terminar lo antes posible y escuchaba los gemidos de Manuel. Que grababa con su teléfono aquel momento de placer. Enseguida sintió como se retorcía y sacaba su verga. Pensó que acabaría en el piso, pero Manuel apuntó a su cara y soltó ...
    ... unos chorros de leche que cayeron en su frente y ojos, resbalando por sus labios, por su barbilla.
    
    —Así tampoco me gusta… —decía sin poder abrir los ojos.
    
    —Pues es así o te los comes, para tirarlos a la coladera en mi casa.
    
    —¿con que me limpio?
    
    —¿que?
    
    Manuel buscó, pero no tenía nada ahí, entre risas le dijo.
    
    —El baño está del otro lado, o están las mangueras a presión mija.
    
    —Hay —con un poco de papel se limpió los párpados y la boca, luego con su camiseta otro poco. Sentía pegajosa su cara. Aun así salió sin mirar a nadie y en la esquina compró un agua. Un señor que vendía nieves la oraba con morbo.
    
    —¿De qué te ensuciaste hija?
    
    —De nada —se fue directo a casa y se bañó, se sentía sucia. Por fortuna era viernes y lo vería hasta el lunes.
    
    Para el lunes, Claudia llevaba papel, toallitas húmedas y una diadema. Entró directo a la oficina y vio a Manuel con otro señor.
    
    —Perdón, regresó en diez minutos.
    
    —No no no, quédate, hoy vas a dar abono doble —ambos se sonrieron.
    
    —Así no…
    
    —Así si, ¿no que te urge pagarme cabrona? —cerró la puerta y ambos bajaron sus pantalones, el otro era un tipo gordo, sudoroso.
    
    —¡Órale que tienes chamba mija!
    
    —Está bien bonita cabrón…
    
    —Dato importante, no se los come. Se los embarramos en la cara.
    
    —¡No mames la compro!
    
    —No, así no…
    
    —¡A mamar pendeja! —Claudia con un nudo en el estómago comenzó a chupar la verga de Manuel, la del otro tipo le cocaba en la mejilla esperando su turno. Cuando pudo ...
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