1. La primera vez con mi amigo


    Fecha: 31/08/2022, Categorías: Hetero Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y lamo el tronco, pasando mi lengua a lo largo por el lado que no estoy sujetando con la mano. Entretenido.
    
    La pajeo despacio mientras chupo la punta y luego intento ver cuánto me cabe en la boca. Bajo por su polla, metiéndomela en la boca hasta que mis labios chocan con mi mano. Suelto su polla, metiéndola más y más. Tanto que me da una arcada. La saco tosiendo.
    
    —¿Estás bien? —su pregunta esta vez no suena a que esté riéndose de mí.
    
    —Creo que no me gusta comer pollas —gruño. Unas lágrimas difuminan mi visión y solo veo la cara de Noé como una mancha. Me froto los ojos mientras él se incorpora.
    
    Le beso, sentados uno frente al otro. Noé me empuja hasta tumbarme en el sofá y se coloca sobre mí. Paso mis brazos por sus hombros y le abrazo para que no pare de besarme. Pronto vuelvo a estar tan cachonda como antes de que me atragantara. Atraigo su cuerpo más hacia mí. Acaricio su nuca con una mano, mientras con la otra presiono su espalda. Siento algo cálido que roza mi vagina. Aparto la cara a un lado y le suelto. Contemplo nuestros cuerpos, el suyo sobre el mío, cerca de estar piel con piel pero aún separados. Su polla, dura, apunta hacia mi vagina. Llevo mis manos hacia ahí. Mi vagina está muy empapada y acaricio mi clítoris, más por costumbre que porque lo necesite. Le miro sin para de masturbarme.
    
    —Metemela.
    
    Noé ...
    ... obedece. Me besa y baja el cuerpo, aplastando mi mano. La retiro y vuelvo a abrazarle. Su polla se frota contra mi vagina. Arqueo la espalda y su polla se desliza en mi interior. Gimo contra su boca. Él para de besarme y oculta se cara en mi cuello. Siento sus labios antes de que me muerda mientras comienza a follarme. Al principio me duele un poco, siento como mi vagina se dilata por el tamaño de su polla, pero no es algo nuevo. Cuando otras chicas me metían juguetes, también me dolía hasta que me acostumbraba. Su polla no es muy diferente de esos juguetes.
    
    Cierro los ojos y me abandono a las sensaciones. El placer recorre mi cuerpo. Le abrazo fuerte para que no se detenga. No paro de gemir, le pido que vaya más rápido. El cae con todo su peso sobre mi. Chillo, corriéndome, abrazándole con las piernas y sintiendo toda su polla dolorosamente dentro de mi. Tiemblo mientras él me folla un poco más. Luego se queda quieto. Se incorpora. Alargo los brazos en su dirección y me ayuda a sentarme. Hay algo blanco en su polla, pero no me preocupo por eso ahora. O porque hayamos podido manchar el sofá. Ya habrá tiempo de preocuparse luego. Bostezo. Él saca un pañuelo de sus pantalones y se limpia la polla antes de abrazarme y tumbarse conmigo. No dice nada, ninguna broma forzada para romper el hielo. Creo que nos quedamos dormidos así poco después. 
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