1. La peluquería


    Fecha: 26/08/2022, Categorías: Masturbación Autor: Rain1744, Fuente: CuentoRelatos

    ... nos plantamos puntuales y entramos en el establecimiento, que era una pequeña sala en su propia casa. Cuando abrí la puerta me quedé a cuadros: allí estaba Loli. Yo había pensado que, al ser fuera del horario comercial, solo estaríamos mi hermana y yo, pero resulta que al día siguiente iban de bautizo de una amiga en común y Loli también necesitaba pasar por la peluquería con cierta urgencia.
    
    Nuestra amiga peluquera cuarentona solo tenía dos sillas delante de su mesa de trabajo con un amplio espejo. Mi hermana me cedió su turno y allí estaba yo, sentado al lado de la mujer por la que me había matado a pajas en mi adolescencia. La peluquera empezó con su trabajo normal y mi hermana se pilló una revista de cotilleos para estar entretenida mientras la peluquera le contaba las hazañas de su reciente viaje. Loli me conocía, sabía que me excitaba mucho. Nunca lo habíamos hablado, pero mi mirada hace años que me delataba. Ella sabía que yo me la había sacudido mil veces pensando en ella. Esa tarde calurosa de principio de verano vestía una camiseta ceñida que realzaba sus redondos pechos y también vestía una minifalda azul de infarto. Sabía que jugaría conmigo. Varias veces cruzó rápidamente sus piernas como en aquella famosa película, una de esas veces incluso paró por un instante para que yo, a través del espejo, pudiera captar su fino hilo blanco en modo de tanga. El trapo que te ponen en las peluquerías para que no te caiga el pelo que van cortando encima ya ocultaba mi ...
    ... erección. Mis vaqueros cortos tenían mucha presión y necesitaba liberar mi polla.
    
    De repente, en la conversación entre la peluquera y mi hermana, deciden subir para ver las fotos del viaje en el ordenador personal de la peluquera. Ya me temía lo peor. Loli, que también fue invitada, rechazó la idea porque tenía que llamar a no sé quién. Yo, que no pintaba nada, decidí esperar en mi silla. Su mirada a través del espejo me intimidaba. Cuando la peluquera y mi hermana subieron a casa para ver las fotos, sentí una gran tensión. Loli me tenía en su terreno. Tras un leve giro de cabeza para cerciorarse de que estábamos solos, Loli sacó su mano y la introdujo lentamente dentro de mi trapo. Pronto palpó mi erección y todavía recuerdo su cara de sorpresa al comprobar que estaba tremendamente excitado. No sin mi ayuda para evitar ser pillado por la cremallera, Loli fue bajando la bragueta hasta que mi pene durísimo se liberó. Suspiré, sabía lo que venía.
    
    Loli, que solo me miraba a través del espejo pese a estar a menos de un metro de distancia, rodeó mi polla con su mano. Mi polla ya estaba ardiendo, su mano también. Yo estaba tenso y la situación no era demasiado agradable para mí. Poco a poco Loli empezó a mover su muñeca de arriba a abajo con un movimiento sensual y relajante. Realizaba ochos imaginarios y yo empecé a ver las estrellas. Su mirada era perversa, notaba en su cara como disfrutaba viéndome retorcer en la silla. Mi tensión se fue diluyendo y dejó paso a una tranquilidad ...