1. Cogiéndome a Vanessa


    Fecha: 23/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... el mío, ya que sus quejidos eran de dolor, y con la otra mano le tomé el cabello para obligarla a quebrarse y sacar mas ese culo delicioso que tenía.
    
    Poco a poco sus quejidos se convirtieron en gemidos, y su culo buscaba mi verga para hacer las penetraciones mas profundas. “Yo sabia desde que la vi que un día iba a probar su concha”, “Tu novio ni se entera que un macho de verdad se la está cogiendo ahora mismo”, “Desde ahora, va a ser mi zorra siempre, va a estar abierta de piernas cada vez que yo se lo diga” - eran algunas de las cosas que le decía al oído mientras me la cogía.
    
    Repentinamente Felipe se movió, diciendo que quería vomitar. Vanessa retrocedió un poco, con mi verga clavada en ella, y mi amigo pudo levantarse a duras penas y dirigirse al baño, sin darse cuenta de que yo estaba ahí. Mientras escuchábamos como vomitaba, y sin sacar aun mi verga de su concha, la hice poner boca abajo y comencé a empotrarla contra el colchón, dando ella alaridos que eran apagados por la almohada, ya que con una de mis manos tenía presionada su cara contra esta, dificultándole un poco la respiración.
    
    Se que se corrió al menos una vez en esa posición, me lo indicó la manera como le temblaron las piernas, iba ya a dejarme ir y correrme, ...
    ... cuando escuchamos que Felipe dejo de vomitar, y regresaba a la cama. Yo me paré y me puse detrás de la puerta, mientras él, caminando medio dormido, regresaba a la cama y comenzaba a roncar casi en el instante en que su cabeza tocó la almohada, misma almohada que la puta de su novia había estado mordiendo un minuto antes mientras tenía un orgasmo.
    
    Regresé a la cama, volví a meterle la verga a Vane, y comencé a bombearla ya para lograr esta vez mi propio placer. No fueron mas de dos minutos de bombeadas, cuando sentí que mi leche comenzaba a subir. “Voy a correrme dentro de ti putita, voy a llenarte de semen, te voy a marcar para que sepas que eres mía”. Luego de decir esto, y tras un par de clavadas más, descargue mi corrida dentro suyo, unos 4 o 5 lechazos que le llenaron la concha.
    
    Felipe comenzó a moverse nuevamente. Le dije a la zorrita que me limpie la verga, pero ella estaba asustada por si su novio despertaba. “Por esta vez, se lo voy a perdonar putita, pero recuerde que me debe una buena mamada”.
    
    Me paré, y me fui a la sala a dormir. Al día siguiente, al despertar, nos despedimos de mi amigo y la zorrita, y cuando fui a darle un beso en la mejilla, le dije “No se olvide lo que me debe, perra”, y con esto, nos fuimos. 
«123»