1. Cogiéndome a Vanessa


    Fecha: 23/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... además de ser el doble de gruesa) que ya se encontraba parada, saboreando lo que seguramente se comería en algunos minutos.
    
    Cuando terminamos le dije a Vane que nos quedaríamos, ya que nos daba pereza irnos tan tarde a casa. Me dijo que no había problema, que podíamos quedarnos en el sofá. Esperé una hora aproximadamente, y me dirigí al cuarto de ellos. Desperté a Vane, le dije que me era incomodo dormir en el sofá, y que lo haría con ellos, en la cama. Antes de que ella pudiera responder, yo ya estaba echado a su lado, y al ser la cama relativamente pequeña, terminé pegado a ella, con su culo directamente apoyado en mi verga. Yo sabía que la tenía caliente, y que, si hubiera querido, me la hubiera podido follar en ese momento, pero quería que su puta interior salga a la superficie, que sea ella la que de el primer paso.
    
    Estuve alrededor de media hora con mi verga tocando sus nalgas, solo separados por la tela de mi pantalón y su falda, incluso la sentía moverse de rato en rato, como si midiera su dureza y longitud con su rica cola. De repente, la putita hizo lo que yo sabía que haría. Llevó una de sus manos hacia atrás, rozó mi rabo con la palma de la mano, y finalmente se decidió y metió su mano en mis pantalones, para agarrármela y comenzar a hacerme una paja suave. Creo que ella pensaba que yo estaba dormido, ya que cuando llevé una de mis manos hacia adelante para apretarle las tetas, ella se sobresaltó.
    
    “Tránquila putita, sigue pajeandome que ambos sabemos las ...
    ... ganas que tienes. Felipe me dijo lo perra que eres en la cama, y yo voy a comprobarlo. Lástima que mi amigo no sabe como tratas a una puta de tu calibre, pero no te preocupes, yo si se hacerlo, y ahora usted va a ser mi puta mientras su novio duerme a su lado” – Mientras le decía esto, le pellizcaba uno de sus duros pezones y metía un par de dedos de la otra mano en su boca. No iba solo a cogerme a Vane, iba a tratarla como un juguete. Y ella, volteando a verme, con la boca abierta escurriendo algo de saliva por tener mis dedos dentro, solo me vio, y asintió.
    
    Me bajé el pantalón, mientras la zorrita bajó su tanguita. Ella apoyó su cabeza en la espalda de mi amigo. Coloqué la punta de mi verga en su entrada vaginal. Me detuve ahí, y le dije “Pídamelo, pídame que le meta la verga, pedazo de zorra”
    
    Y la zorrita lo hizo, me pidió que le meta la verga, pero que lo hiciera lento y suave. “¿Usted cree que le hago caso a las putas? Vamos a coger como yo le diga y como yo quiera, ¿me oyó?” fue mi respuesta, y antes de que ella pudiera decir algo, le incrusté toda mi verga, hasta la raíz, de un solo empujón. Vanessa no lo resistió y dio un grito que intento ahogar, para que Felipe no despertara. Sin dejarla descansar, comencé a bombear su conchita, no de una manera muy amable, si no con estocadas fuertes, sacando casi toda la verga y volviendo a metérsela de golpe. Con una mano le tapaba la boca, ya que, aunque estaba muy mojada, creo que no estaba acostumbrada a un calibre como ...