1. Campamento con mi tímida novia ¿sale mal o bien? (Parte 4)


    Fecha: 14/08/2022, Categorías: Fetichismo Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos

    ... decía desesperado, buscando su mirada, necesitaba conectar con ella mientras él la penetraba.
    
    Alejandra: lo seguiré viendo – me dijo viéndome a los ojos, Randal la penetraba de nuevo y su cara se deformaba.
    
    Yo: ¿qué? ¿Cómo? – pregunté histérico.
    
    Alejandra: lo seguiré viendo y no te voy a decir – me dijo viéndome a los ojos, con piedad, pero firmemente, yo me quedé serio sin saber que decir, el definitivamente escuchó porque comenzó a follarla sin descanso está vez.
    
    Pasaron algunos minutos del escandaloso espectáculo y el paro de golpe, “voltéate” dijo el, ambos volteamos sin saber a qué se refería. “Ponte aquí Franco, con su coño en tu cara, como en un 69” me dijo, ella se levantó, yo me acomodé como él dijo, resignado, no me resistí más.
    
    Ella se puso en cuatro patas sobre mi cara y el comenzó a follarla, me obsesionaba ver cómo esa enorme verga entraba en el pequeño coño de mi novia, ella gritaba y gemía, él la llamaba puta, ella le decía que era su puta. En un momento, el sacó su verga, ella respiraba histéricamente, y el condujo su verga hacia mi boca, dudé por un segundo que fuera lo que yo pensaba, pero el restregó la enorme cabeza de su verga húmeda contra mis labios, simplemente abrí la boca y lo deje entrar un poco, su verga sabía amarga, le di unos segundos de sexo oral en esa incómoda posición, intentando no hacer ruido y rogando que ella no se diera cuenta, el no dijo nada, era probable que ella no lo notara. Unos segundos, y el siguió ...
    ... follandosela. Nunca lo había hecho, me sentía confundido, pero resignado.
    
    Él estaba penetrándola y sus bolas golpeaban mi nariz, me acomodé un poco y decidí lamer sus bolas lo mejor que pude mientras follaba a mi novia. Cuando el entraba por completo en ella y dejaba su verga entera dentro de ella, yo lamía sus bolas obsesivamente, odio admitir que lo disfrutaba.
    
    Él le dijo de nuevo que eyacularía dentro de ella, ella ni siquiera dijo nada, solo lo permitió y pude sentir como sus bolas se retorcían en mi boca mientras intentaba comérmelas enteras y el las vaciaba dentro de ella.
    
    Él se retiró, yo fui directo a su coño y me comí toda la corrida de Randal, está vez lo disfruté, con asco y dificultad, pero lo disfruté, sostenía firmemente su lindo trasero con ambas manos contra mi cara e intentaba lamer profundamente y comer todo lo que salía de ella. Ella no dijo nada, solo me dejó comer de su coño.
    
    Nos retiramos, él se vestía y la llevaba lejos de mí, está vez no intenté seguirlos, sabía mi lugar. Él le decía cosas que yo no escuchaba, ella asentía. Ellos regresaron y se vestían, “volvamos” me dijo ella mientras se ponía el bikini y dejaba sus tetas al aire.
    
    Volvimos caminando sin decir nada, ellos venían tomados de la mano, cuando la acercábamos al campamento yo quise decir algo de eso preocupado, que se soltaran, los demás podrían verlos, pero no dije nada, ellos no se soltaron. Entramos al campamento y yo estaba nervioso como el diablo vigilando que nadie ...