1. Fui cogida en una camioneta


    Fecha: 14/08/2022, Categorías: Infidelidad Autor: subtitulados, Fuente: CuentoRelatos

    ... Chúpamela por favor!
    
    Alfa me despojo del cachetero y comenzó a sobar mis labios vaginales, sus dedos empezaron a palpar mi vagina, apretaba mi clítoris con maestría, me tenía gimiendo, me retorcía como un gusano, eran ya tres dedos dentro de mi concha y gimiendo suplicaba ser poseída por él.
    
    A: ¡Que hermosa pucha!
    
    K: ¡Por favor, cómetela!
    
    Alfa se agacho y empezó a devorar mi cuca, la succionaba, metía su lengua para enrollarla dentro, me lamia como gato limpiándose, recorría desde mi culito hasta mi clítoris, sus dedos también acompañaron esa acción, estaba súper caliente, ¡el maduro me estaba sacando un rico orgasmo!
    
    K: ¡Ah!!! ¡Que rico, ah no mames!!
    
    A: Sabes riquísimo, ¡la mejor concha que eh probado!
    
    Entre lengüetazos y dedazos, Alfa me hizo tener un rico orgasmo en el cual expulse fluidos en su cara, los cuales el festejo y probo mostrándome el macho alfa que era.
    
    Se bajó el pantalón y la trusa y un pene blanco, grueso sin prepucio salió duro y listo para mí.
    
    Lo tome con mis manos y empecé a masturbarlo mientras nos besábamos con desenfreno, sin decir más él se levantó un poco acomodando su verga en mi cara y como buena chica empecé dándole besos a la cabeza para luego lamerla como si fuese una rica paleta.
    
    A: Eso es, que rico, ¡vamos devórala uhm!
    
    K: ¡Esta rica!
    
    Después de probarla suave, ahora me la comía todita, me ahogaba, el me apretaba la cabeza para follarme la boca, no sé si nos veían ni cuánto tiempo llevábamos, pero solo me ...
    ... tragaba su riquísima verga.
    
    Alfa que ya estaba súper caliente me llevo a la parte trasera de la camioneta reclino los asientos quedando plano y me acostó, me abrió las piernas y la metió suave.
    
    K: ¡Mmm, que rico, ah!
    
    A: ¡Ah!!! ¡No mames que rica pucha!
    
    Me la metía riquísimo, me besaba el cuello, me apretaba las nalgas, su dureza me encantaba, sonaban los celulares, pero seguíamos parchando.
    
    Me levanto las piernas y la coloco en sus hombros, me lamia la pantorrilla, las mordía con desesperación, sus manos apretaban mis tetas y sus movimientos me tenían gimiendo delicioso.
    
    A: Como quería cogerte, ¡que rico aprietas!
    
    K: ¡Mas, dámela toda!
    
    A: Siempre he querido meterte la verga, ¡uhm!
    
    K: ¡Que rica verga ah!!
    
    Se acostó y me subí en el para cabalgarlo, me movía suave y rápido, sus manos apretaban mis muslos, mis tetas y mi trasero el cual lo arañaba y apretaba como loco.
    
    A: ¡Ah!! Que rico no mames, uhm, muévete, así, ¡que rico!
    
    K: ¡Que dura, ah, te gusta, uhm, yo también te quería dentro, ah!
    
    Me di la vuelta y me daba de sentones que a él lo tenían viendo estrellas, sus manos apretaban mis carnosas nalgas, me jalaba el cabello, de pronto sentí como su verga se endureció y empezó a venirse dentro de mí.
    
    K: ¡Ah!! ¡Que rico, que rica leche!
    
    A: No mames tómala, uhm, que rico, ¡ah!
    
    K: ¡Dame toda tu lechita!!
    
    Pero a pesar de haber tenido un orgasmo y de haber expulsado tremendo chorro de leche, ¡el seguía duro y me ordeno poner en cuatro ...