1. El nacimiento de una hotwife


    Fecha: 01/08/2022, Categorías: Sexo Interracial Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... y grosor de ese enorme falo en las entrañas de mi mujer, que había perdido la noción de lo que pasaba a su alrrededor. Cuando pasó ese orgasmo, empezó a moverse y a echar su culo hacia atrás y hacia adelante, para empalarse ella misma en la enorme herramienta que la perforaba. Se oía el chocar de su culo al son de sus gemidos. A esas alturas yo me había convertido en un mero observador. Ella estaba concentrada en su placer y yo parecía haber desaparecido de la faz de la tierra.
    
    Al rato de estar en esa posición y de correrse un incontable número de veces, cambiaron de posición.
    
    Ella se tumbó boca arriba y sin mirarme siquiera, abrió las piernas mostrándole a su macho negro lo que le esperaba.
    
    No tardó Chocolate en apuntar su polla y empujar de nuevo, haciendo que ella volviera a gemir al notar cada embite de ese rabo negro que tanto placer le proporcionaba.
    
    Cada vez las embestidas eran más violentas y profundas, los gritos más altos y los orgasmos más seguidos.
    
    María levanto las piernas, para abrazar los costados de Chocolate, poniendo los tacones de las botas en el culo de este y así apretarlo más, para lograr más profundidad. Estaba fuera de sí.
    
    Ante esta situación, decidí darme una vuelta por el local para despejarme un poco. La situación me desbordaba. Lo que iba a ser un trío. Se quedaba en que mi mujer se estaba follando a un negro con un pollón enorme que además la estaba haciendo orgasmar y gritar como nunca antes la había visto. Y todo ello conmigo ...
    ... delante. En el papel de cornudo consentido, sin pedirlo ni aceptarlo.
    
    Regrese al cabo de unos minutos y los encontré en la misma posición. Me subí en la cama y al acercarme. Me dí cuenta que mi mujer no se había enterado de que me había ido. Esto me cabreo y le dije.
    
    - Oye. Ya valdrá no?
    
    - Espera que termine. No quiero parar. - Y diciendo esto me apartó con la mano.
    
    Esto me supo a cuerno quemado y me senté en un rincón de la cama observando el espectáculo. Volvieron a cambiar de posición y esta vez María se puso boca abajo. Chocolate no tardó en ponerse detrás y montarla como la yegua que era.
    
    Estaba hacia mi. Mirándome. Y al rato se dió cuenta de la cara que yo tenía, pero no paraba de correrse y de levantar el culo buscando profundidad.
    
    Llevaban un buen rato así, cuando Chocolate avisó.
    
    - Voy a correrme.
    
    - Si, si. Vamos córrete. Dame mi premio.
    
    Nada más decir esto. Aceleraron sus movimientos. María empezó a gritar como nunca antes la había visto y Chocolate se hundió en su coño a tope y se quedó quieto, descargando chorros de semen dentro del condón. María en ese momento tuvo un orgasmo que le duró lo que a mi me pareció una eternidad.
    
    - Que? Te lo has pasado bien? - le pregunté con voz socarrona.
    
    - Si. Muy bien. - Me dijo como si no hubiera pasado nada.
    
    Chocolate salió de su interior y en el condón se notaba que había eyaculado una cantidad enorme de semen.
    
    - Mira. Esto es por ti. - Le dijo a María enseñándole el condón lleno de leche ...