1. Los caprichos de Laly, la amiga de mi Ama Sandra


    Fecha: 25/07/2022, Categorías: Lesbianas Autor: Eduardo Marín, Fuente: CuentoRelatos

    ... lamo... Me hace lamerle los sobacos y el culo... Yo no me atrevo a desobedecerle y me entrego sumisa a sus órdenes.
    
    Más o menos como primera noche que pasó en nuestra casa, ellas se duchan, me vuelven a poner las malditas esposas y ésta vez, Laly tiene el capricho de vendarme los ojos... Vuelvo a estar arrodillada mientras ellas disfrutan de sus fantasías eróticas, el tiempo se me hacía interminable, pues no veía nada, era una situación nueva para mí y no me era agradable.
    
    Por fin, ellas terminan y oigo a Laly cerca de mi, sigo con los ojos tapados y Laly me ordena abrir la boca... Esta vez si la obedezco, abro la boca, me introduce sus dedos... se los lamo, se los chupo. Laly me dice: “Hoy si te gustan mis dedos... Perra, que eres una perra salida...”. Yo no me atrevo a decirle nada, sigo lamiendo sus dedos... De repente ella, me quita la venda de los ojos, me lleva al borde de la cama y de rodillas, con las manos esposadas, me ordena lamer su pipa, hasta correrse en mi boca. Queda satisfecha. Me quita las esposas, yo me arrodillo a sus pies, se los beso para darle las gracias y Sandra me ordena irme a mi cuarto a dormir. Yo me retiro a mi otra habitación, me ...
    ... aseo en el otro baño, me pongo mi pijama, entre tanto ellas también se duchan y se preparan para dormir... Y cuando me estoy metiendo en la cama, viene Sandra y me dice que vaya a ver a Laly, que quiere decirme algo... Yo ya con el pijama voy al cuarto de Sandra, Laly estaba sentada en la cama esperándome. Yo me arrodillo ante ella y le pregunto:
    
    -¿Qué desea Señorita Laly?
    
    -Tengo un capricho...
    
    -¿Usted me dirá?
    
    -Quiero que esta noche, la pases aquí, con nosotras... Dónde estás ahora. Así arrodillada.
    
    -¿Pero toda la noche así, de rodillas?
    
    -Sí -contesta Laly. No es un castigo... Es un deseo mío, un capricho. Nunca he tenido a nadie de rodillas velando mi sueño, y hoy quiero darte a ti, ese privilegio.
    
    -Si es su capricho, lo aceptaré lógicamente, señorita Laly.
    
    Serían las 3 de la madrugada y hasta las 9 y media que se levantaron, estuve de rodillas a los pies de la cama, velando el sueño de mi Ama Sandra y el de su amiga Laly. Por supuesto no podía dormirme en ningún momento, eso fue quizás lo más duro, pues el silencio de la noche invitaba a dormir, pero aguante y vi que Laly se despertó dos veces, las dos veces me sonrió y volvió a dormirse. 
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