1. Placenteramente infiel


    Fecha: 22/07/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: amor_y_sexo, Fuente: CuentoRelatos

    ... boca. Con rostro molesto te da una nalgada con su pesada mano y con voz gruesa te advierte:
    
    -No me la hagas difícil! Y se buena niña, no quieres despertar mi lado impaciente! -Sus palabras no parecen asustarte, al contrario, te conozco tanto que vas a jugar con su genio y vas a querer exigirlo para que te deje extasiada.
    
    Interrumpido por tu desobediencia, nuevamente te penetra con sus dedos, aun húmedos por tu excitación, y nuevamente te masturba para que le regales su orgasmo.
    
    Yo, atónito, me masturbo como un adolescente, transpirado por el calor que genera lo que veo, trato de soltarme, pero los nudos no me lo permiten. Quiero saltar a la cama, quiero tomarte el pelo y darte mi parte también para disfrutar tu boca al mismo tiempo que nuestro amante te estimula con sus dedos.
    
    Tus gritos hacen que mi erección sea más firme, imagino que tan húmeda estas y como la sentiría en mi sexo y hace que me venga también, pero no, detengo mi marcha y mientras veo cómo te retorcés de placer, como tus gritos delatan tu orgasmo, lentamente me estimulo para controlar el mío, pero dejando escapar unas gotas de semen. Mi chorreante liquido blanco cae por mis dedos, y vos, exhausta, me ves de reojo desde la cama y sonreís picara y siniestra... No sé qué te excita más, verme caliente y excitado o el moreno en su brutalidad.
    
    Mi semen lubrica mis movimientos, y el placer se hace más intenso, pero sigo controlando mis impulsos, pues, ellos recién empiezan y no quiero acabar todo ...
    ... aun.
    
    Habiendo cumplido su cometido, o al menos uno de ellos, nuestro moreno se incorpora, lame su mano y usando su saliva para lubricarse, comienza a rozar la punta de su miembro erecto por tus labios internos.
    
    Vos, aun mojada por su saliva y tu reciente orgasmo, empezar a sentir como te va abriendo con su imponente sexo, en tus ojos veo como sentís su penetración. Poco a poco empieza a estar cada vez más dentro tuyo y tus gemidos se mezclan con pequeños quejidos, que parece no molestarte porque lo tomas de la parte posterior de sus piernas y querés más profundidad, lo querés más adentro, viciosa, sedienta, no querés nada a medias tintas.
    
    El tomando tu cintura, disfruta el paisaje de tus curvas desde su altura, puede ver perfectamente cómo te penetra y comienza esa danza de embestidas... Primero suave, ambos se muerden los labios, puedo escucharlos respirar. El, con gemidos suaves, al ritmo de sus movimientos, lentos y profundos. Vos, un poco más acelerada, estas tan mojada que la penetración es total y sin generar resistencia. Pero claro, su tamaño es tal, que sin importar la suavidad de sus embestidas, sentís cada milímetro de su extensión, de su longitud. Y cada vez que entra por completo, bien profundo, tus gemidos y respiración me hacen saber lo mucho que lo sentís.
    
    Sus movimientos comienzan a acelerarse, consciente de su tamaño te cuida, pero también sintiendo como cada vez te mojas más y más con sus penetraciones, empieza a moverse con más vigor. Ya no ...
«12...456...»