1. Puesta a imaginar la quiero grande, gorda y dura


    Fecha: 26/06/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    ... cintura hablando y riendo olvidando todo lo anterior y encima de ellos como un haz de luz, como la de un foco que les ilumina en su caminar, ven como dos extraños parados en la calle uno frente al otro, mirándose en la mitad de la noche empiezan a besarse.
    
    Puestos a imaginar, imaginemos que los focos caen y ahora la iluminación escasa por las tenues farolas de las calles estrechas por las que discurríamos nos oculta de miradas indiscretas y en una esquina no más allá de aquel primer beso, en lo más oscuro de la calle apoyada en la pared yo siento tus besos sobre mi cuello y deseo y espero que tus manos acaricien mi cuerpo por encima de mi vestido, siento tu cuerpo abrazarse al mío, siento tu mano deslizarse furtivamente aprovechando la abertura de mi vestido buscando mi sexo, apretando mi vulva por encima de mi tanga y sintiendo la humedad en tus dedos.
    
    Puestos a imaginar, imaginemos un taxi de vuelta al hotel, mi marido espera en la suite presidencial del último piso en el ático, ante mí una decisión difícil, quedarme en el cuarto piso o subir al ático, en el ascensor los últimos besos y las últimas caricias cuando la llave abre la puerta, entro con lágrimas en los ojos, voy directa a la ventana para ver la ciudad en su noche más oscura casi sin luna y sobre la mesa una tarjeta.
    
    Habitación 420, cuarto piso.
    
    Puestos a imaginar, imaginemos que decido quedarme contigo esa noche, decido dejar que me poseas haciéndome tuya mientras mi marido espera y duerme unos pisos ...
    ... más arriba, la ciudad ante mí, sintiendo tu aliento en mi nuca, mi respiración se dispara y mi corazón parece salirse de mi pecho cuando empiezas abrazarme por detrás, tus manos rodeando mi cintura y tus labios besando mis hombros desnudos.
    
    Nos vemos reflejados en el cristal y empiezas a desabrocharme la cremallera de mi vestido, mi vestido rojo cae al suelo ayudado por tus manos, no llevo más, solo mi tanga y mis sandalias de tacón sobre mi cuerpo, uno y dos pasos y ya no hay nada que me una al vestido, ahora mis pechos son tuyos y los acaricias suavemente, podría haber sido mi marido el que estuviera conmigo en esa situación pero no, yo decidí que fueras tú, un desconocido hasta hace poco.
    
    Tus dedos van acariciando mis brazos desde mis hombros hasta mis manos uniendo al final nuestros dedos, haciendo que mi cuerpo se estremezca y siento como acaricias mi vientre y recorres la goma de mi tanga, metiendo poco a poco tu mano por debajo de ella hasta llegar a mis labios humedecidos, tus dedos recorren mi vulva y sacándolos me das a probar el néctar de mis labios.
    
    La excitación de ambos va en aumento, me giras y nos empezamos a besar nuevamente, nuestras leguas profundizan dentro de nosotros y empiezo a desabrochar tu camisa pasando mis dedos por tu pecho acariciando tus músculos bien definidos y me imagino tan excitada como lo estoy ahora escribiendo este relato para ti.
    
    Tus pantalones han desaparecido y tengo entre mis manos tu pene a la altura de mi cara que poco ...