1. Puesta a imaginar la quiero grande, gorda y dura


    Fecha: 26/06/2022, Categorías: Infidelidad Autor: Lara, Fuente: CuentoRelatos

    Puestos a que nuestra imaginación vuele, volemos.
    
    Y puesta a volar hoy quiero que seas tú quien vuele conmigo y me hagas el amor.
    
    Y el vuelo me lleva a esa gran ciudad donde siempre hay algo que hacer, donde por casualidad tú y yo nos encontramos esperando un taxi a la salida de un hotel, yo dispuesta a pasar una velada maravillosa con mi marido, un marido que suele estar de reunión en reunión dejándome continuamente sola, imaginemos que estoy de pie esperando en la parada del taxi y suena el móvil, no es una llamada, es un mensaje,
    
    Puestos a imaginar, imaginemos que lo guardo malhumorada, decepcionada y enfadada en mi bolso y pienso, "otra vez sola en esta ciudad", otra vez que vuelvo sola a la habitación del hotel mientras me pregunto, ¿Por qué me molesto y me pongo tan guapa para él?
    
    La velada que iba a maravillosa, disfrutando junto al hombre que amaba y con el que me case ya hace unos años antes de que él se casara con su trabajo, la velada que se presentaba realmente deliciosa a primera hora de la mañana, a la que me iba a llevar a la ópera y a cenar en un lujoso restaurante y luego, más tarde, ya en la habitación del hotel…
    
    Llevaba toda la tarde arreglándome para él, para que me viera guapa y que presumiera de mujer, horas de peluquería y de manicura, de maquillaje delante del espejo, esa noche que él me había prometido tan especial y para la que me compre un vestido de color rojo que favorecía tanto mi figura, un vestido casi palabra de honor con una ...
    ... abertura en la falda que subía desde mi tobillo hasta casi más haya de mis muslos dejando ver una de mis piernas y lo mejor de todo, la lencería que había escogido con cuidado para esa noche, a todo eso lo acompañaba un pequeño bolso a juego y unas sandalias de tacón, pero ahora, ahora todo iba a volver al armario hasta que tú, te fijaste en mí.
    
    Puestos a imaginar, imaginemos que salías por la puerta del hotel dispuesto a coger un taxi no se sabe dónde, cuando viste allí a una mujer vestida de rojo con los labios carnosos del mismo color que el vestido y radiante de felicidad, un segundo nada más apartaste la mirada y de pronto en un momento todo aquello desapareció ante ti, el vestido se volvió oscuro al igual que el ánimo de aquella mujer, una mujer nuevamente decepcionada por una llamada, por un mensaje.
    
    Puestos a imaginar, imaginemos que muy caballerosamente te interesaste por mí cuando mis lágrimas asomaban al atardecer de aquel día y tú, tu muy amable me ofreciste para acompañarme por aquella ciudad, no a la ópera, no al restaurante lujoso pero si a pasear, si a cenar y a reír por las callejuelas escondidas de la ciudad, me estabas ofreciendo una velada menos lujosa pero más bohemia.
    
    Puestos a imaginar, imaginemos que al salir de una de aquellas cantinas en las que comimos, reímos y nos miramos, de una de aquellas no importa cuál me cogiste de la cintura y yo te lo permití, la gente nos miraba al vernos pasar, miraba a dos extraños que iban agarrados por su ...
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