1. Viaje de negocios con mi jefe (Parte 1)


    Fecha: 23/06/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Nati Galache, Fuente: CuentoRelatos

    ... te pido el móvil de tu contacto- manifestó con vehemencia.
    
    No me lo creía, mira que hacer bromas cuando el asunto es tan reciente es de preocuparse, pero me preocupaba más que hablara en serio. Nos echamos a reír unos segundos, cuando sus palabras siguientes me nublaron la razón.
    
    -Averigua cuándo es ese concierto, yo invito, y asegúrate de comprar una entrada para mí también- afirmó con mucha seguridad.
    
    ¿Qué demonios estaba pasando? ¿Interés repentino? ¿Invitándome algo? vamos que me había hecho regalos antes, pero no pasaba de decirme el día de mi cumpleaños que me comprara algo lindo a su cuenta, jamás se había molestado en saber mis gustos o algo más allá. Me sentía, más que halagada, bastante confundida.
    
    Me limité a sonreír y cambiar la conversación lo que restó del camino. Llegamos al hotel, saludamos al gerente que jamás atendió mis llamadas y abordamos el elevador.
    
    -Bien, son las 3 de la tarde, tenemos una cena a las 7, ¿Cuál es tu plan?- preguntó con su ya trillado acento profesional.
    
    -Enviar mi vestido a la tintorería, ordenar algo para beber y tumbarme un rato en el jacuzzi de la habitación- dije despreocupada.
    
    -Suena como un plan- espetó entusiasmado.
    
    No entendí exactamente lo que quiso decir, por lo que llegué a mi habitación y le pedí al mozo que esperara para que se llevara un vestido a la tintorería, se retiró e inmediatamente me saqué toda la ropa y me envolví en una bata del hotel, me dirigía hacia el jacuzzi cuando vi a Mauro ...
    ... entrando en bañador a mi habitación, lo primero que pensé fue ¿en qué momento había entrado?, ¿había dejado la puerta abierta?, ¿qué rayos hacía con un bañador puesto? Luego de la sorpresa inicial, mis ojos se desviaron para apreciar cada centímetro de su cuerpo, se le veía tan... perfecto, definitivamente una portada de revista no le hacía justicia a este hombre, su abdomen marcado, su pecho erguido, sus bíceps definidos y unos oblicuos que me invitaban a imaginar lo que se escondía bajo el bañador, podría jurar que había imaginado un millón de situaciones con él, pero ninguna como la que tenía frente a mí.
    
    Estaba simplemente tan concentrada en admirarlo que no me percaté que si yo le veía, él también podía verme, inmediatamente sentí un calor abundante en mi rostro, lo que me permitió darme cuenta que estaba sonrojada, mi primera reacción fue ir a la maleta, tomar mi bikini de emergencia y correr al sanitario, por Dios, estaba segura que se había dado cuenta de mi reacción. ¿Qué pensaba entrando así? Recapitulando en mi mente resonaron sus palabras -suena como un plan-, ¡por supuesto que sonaba como un plan! Y al parecer yo era la única que no estaba enterada. Fui al lavamanos a empaparme el rostro que ya para ese momento me ardía, estaba tan roja como un tomate, luego de controlarme un poco procedí a cambiarme, me puse un diminuto bikini de dos piezas color blanco que no dejaba mucho a la imaginación, menos mal que siempre cargo uno cuando salgo de viaje, pensé, respiré ...
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