1. SACANDO A LA PUTA QUE TIENE


    Fecha: 19/06/2022, Categorías: Confesiones Autor: niebla, Fuente: RelatosEróticos

    ... solero, esta vez se le puso de campana, hasta la cintura, sonreímos, y esa tanga ya no cubría nada, mi amigo mientras la ayudaba a levantarse no hizo más que hacer lo normal, la miro toda, recorrió sus piernas y clavo sus ojos en su entrepierna que ya habia devorado el hilo dental de la tanga, y sus labios se asomaban..
    
    pozo sus ojos, fijo la mirada deseoso lujurioso, mi mujer le apretaba los dedos y luego las manos para que deje de hacer eso. El la miro a los ojos y volvió a mirarla. Ella desencajada y sorprendida se cubrió la entrepierna con una de sus manos.
    
    Mi mujer corrigió el movimiento, y se puso de rodillas, e inclino su torso hacia adelante, mi amigo estaba ya sentado en el sillón enfrente de ella, y yo me había ubicado detrás de él, en el respaldo. Esa imagen de los senos de mi Lorena fueron de ensueño, mi amigo los miro durante tres o cinco segundos, y ella lo miro a los ojos, y vio mirando hacia abajo ella inclino hacia abajo su barbilla, para ver lo que el miraba, y se acomodó el escote, en dos intentos por que con sus rodillas desde abajo, apresaba la tela, esos pezones, se asomaban, por sobre la costura y lo fue subiéndolo como pudo. Yo la mire, ella nerviosa, pensando que yo pude ver lo que él, y así fue, yo con mucho más morbo.
    
    Y ella colorada muy sonrojada, el calor le subía por toda la entrepierna, y le recorría la espalda, para todo esto la niña dijo, papi, me quiero ir a casa de la abuela. justo Un bálsamo de normalidad para ese momento de la ...
    ... tarde.
    
    Jorge, no dejaba de mirarle el vestido, hasta que se fueron. Y nosotros nos quedamos a ordenar, limpiamos me fui a cocinar, ella a bañarse, quizás esperándome, pero yo me quede pensativo y cocinaba rememorando toda la secuencia. Me acerque al baño, y la oí gemir, y gemir a Lorena. Sonreí, y volví a la cocina.
    
    Cenamos en silencio. Fuimos al living a ver televisión, ella no se aguantó más y se inclinó sobre mis piernas y empezó frenética, a tocarme, y luego desabrochó mi jeans, y empezó a besarme la verga, y luego como angurrienta, empezó a mamármela, no quiso esperar a nada, y se montó sobre mis piernas, follamos como niños alocados.
    
    Al otro día ella se volvió a poner el solero, se la notaba muy caliente, ya sin tanga debajo. Y anduvo por toda la casa así. Salía al balcón, veía a los vecinos, hombres mujeres daba igual, se subia sobre una silla , y colgaba ropa, el solero era una invitación a mil miradas.
    
    Cenamos, y nos fuimos a dormir. El lunes a las cinco ella se levantó, y yo detrás de ella, Lorena se fue al baño de cada mañana. Yo me vestí y espere debajo de las sabanas. lleno de dudas y preguntas y se puso un vestido, al cuerpo, negro traslucido de fibrana pollera tubo justo debajo de las rodillas. La seguí, cuando llegue al bajo, ella estaba saliendo del predio del barrio Y la seguí un par de cuadras, la noche era bastante oscura si no fuera por la claridad de la luna, y justo adelante a unos 70 metros, se puso a caminar más lento junto a la plaza, y no ...
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