1. SACANDO A LA PUTA QUE TIENE


    Fecha: 19/06/2022, Categorías: Confesiones Autor: niebla, Fuente: RelatosEróticos

    Como inicio esta parte de la historia de Lorena, se me fue del calculo, pero mejor tenemos otra relacion, de la manera más incómoda, pero, empezare diciendo, Me llamo Andres, tengo 40 años, hijos de otra relación, y ahora tengo una mujer bella, de 1,70 cm de altura, de muslos torneados, fuertes caderas, piernas largas, piel blanca, como perlas, boca carnosa, senos redondos, tasa 95 rosados pezones como dedales, o datiles ojos grandes, cuando te mira desde abajo, y cuando se le llenan de lagrimas al atragantarse, dan ganas de cogerla mas fuerte, puede ser con el tiempo y trabajo convertirla en la puta ideal. Y siempre me imagine como seria ella follando con uno u otros hombres, el botón de su culo poco estrenado o su vagina que pide a gritos vergas y leche que la inunde, y como toda fantasía, soñaba con verla así, con el agotamiento de la reventada que la follan sin parar, le compre ropa cada vez más ceñida, para que se le resalten partes de su cuerpo, el trasera por ejemplo, le compre estos pantalones estilo colombiano, que levantan la cola, pero con ella era especial, pues se le metían bien adentro, la convencí de usar tangas, y el efecto se hizo más fácil.
    
    Luego probé con calzas de suplex, subliminadas, para que se le marquen los labios vaginales. o calzas elastizadas a rayas verticales, Ella estaba extrañada, al principio confundida, luego se sentía deseada, después descubrió que no solo por mí sino, que sus compañero y alumnos en la escuela eran quienes la ...
    ... miraban.
    
    La motive para que salga con sus amigas, y se divierta, que se ponga vestidos, bobos, o ceñidos conjuntos, claro era un riesgo, pero era para que se suelte, ella se considera una dama antigua, y cree ser mujer de un hombre. Mi idea es o era muy distinta.
    
    Cuando la follaba, terminábamos exhaustos, la volvía a follar con objetos, probe con usar consoladores dildos y aparatos para estimularla aun más, cada vez más grandes en diámetro y extensión, provocándole más orgasmos, para que se vaya conociendo, o desconociendo, fuera del ritual de la cama de mujer de hogar, para ir convirtiéndola en una fanática de otros tamaños, como programándola sin que ella termine de entender, la acariciaba o rozaba por debajo de la mesa, en las reuniones familiares, o en el departamento, la cogia en la cocina, o en el sofá.
    
    Todo iba bien en la teoría, llegábamos de nuestros trabajos, le hacía masajes, la tocaba la rozaba, la hacía ir a bañarse, y luego entraba al baño, con algún consolador, furtivamente en el baño, poseyendola como a una ramera y se los introducía, entre sus piernas con gran fuerza, al principio ella se quejaba, lloraba se enfadaba mucho, se quedaba callada, y a veces en días completos de la semana no me hablaba, pero yo, seguí entrando al baño cuando ella se bañaba, mi mujer no entendía, se negaba, respetame!! gritaba, respetame!! ¿ qué te pasa?, soy tu esposa? yo la miraba con toda la lujuria y le metía estos objetos, o pepinos, o dildos, se mojaba toda en orgasmos, deseosa ...
«1234...»