1. El viejo conserje (Capítulo III)


    Fecha: 18/06/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: drwite, Fuente: CuentoRelatos

    ... comida, bebida y los testigos para ambos.
    
    Íbamos felices rumbo a la enfermería. Los estudiantes nos vieron juntos, aunque esta vez tampoco hicieron nada por incomodarnos.
    
    Al llegar, la enfermera nos dijo que el doctor había ido a revisar a una alumna que se cayó de la escalera, así que tuvimos que esperar y mientras lo hacíamos continuamos conversando lo sucedido en la cocina.
    
    -¡Ya verás que bonitos recuerdos va a hacer Juliana!... hace maravillas con las manos.
    
    -Sí, supongo que lo sabes mejor que todos –dije con molestia- ¿y qué otras cosas hace bien?, ¡no me digas!, seguramente besa como los mismos ángeles –esto ya fue en un tono más furioso y me callé porque yo no hago comentarios tan hirientes como ese.
    
    -¿Cómo voy a saber si besa bien?, jamás he tenido un mal pensamiento sobre Juliana… Para mi ella es una buena amiga. Siempre me ha defendido de los jóvenes que se burlan de mí, por eso estoy agradecido.
    
    -Pues yo soy quien va a defenderte ahora, así que no es necesario de que andes pegado a esa mujer –volví a usar el tono molesto.
    
    -Mariana, ¿acaso estás celosa? –me preguntó divertido.
    
    -¿Celosa yo?, ¡claro que no! –lo miré con reproche- ¿o es que tengo motivos, Filomeno?
    
    -Nunca mi amor –dijo abrazándome– tú no tienes rival en mi corazón. El amor que siento por ti es demasiado grande que es capaz de cubrir al sol y como además llevas en tu vientre a mi hijo, haces que sea el hombre más feliz y dichoso del universo.
    
    -¡Eres un cursi! –le dije ...
    ... sonriéndole– pero adoro cuando me dices esas cosas. Me haces sentir la mujer más hermosa del mundo.
    
    -¡Es que eres la mujer más hermosa, pero no sólo del mundo, sino del universo entero!
    
    -¿Ves?... lo has hecho de nuevo – cerqué su rostro con mis manos y pegué mis labios a los suyos– si sigues hablándome de ese modo, voy a terminar por hacerte el amor en este lugar.
    
    Enserio deseaba romperle la ropa y montarlo hasta que la lujuria que despertaron sus palabras se aplaque, pero tuve que conformarme con besarlo como si mi vida pendiera de un hilo. Mi boca devoraba la suya con desesperación y de tanta pasión que sentía, me desconecté del mundo y sólo era consciente de su sabor y de su lengua que enviaban miles de descargas a mi vagina que en este momento estaba vergonzosamente húmeda, pero mi ensoñación se rompió abruptamente cuando Filomeno me alejó de su boca. Yo quise alcanzarla de nuevo, sin embargo el carraspeo de una persona me hizo detenerme.
    
    -Buenos días señorita Rivas –dijo el doctor algo incómodo– me han dicho que viene a una consulta médica –me tendió una mano y continuó– venga conmigo.
    
    Ignorando su mano, sujeté mejor la de Filomeno e hice que se pusiera de pie junto conmigo.
    
    -Doctor Campos, quisiera presentarle a mi futuro esposo y padre de mi bebé –dije abrazando a Filomeno– le agradecería que le dé el trato que se merece por ser el próximo miembro de la familia Rivas.
    
    El doctor estaba sorprendido. Tal parece que no sabía nada de mi boda con el conserje ...
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