1. Entrenada por los muchachos (Final)


    Fecha: 04/06/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: EmmaReyRey, Fuente: CuentoRelatos

    ... un gusto agrio y salado. Marino se posicionó entre las piernas de Daniela donde su coño depilado y brillante en líquidos estaba listo para recibir su polla, de la friccionó contra el clítoris, haciéndola gemir de gusto como una gata en celo pidiendo verga—. Deme su verga, por favor, señor. Métamela, por favor —rogaba con su voz suave y tierna.
    
    —Me gusta que ruegues, perra —gruñó Marino, dejándole ir la mitad de la verga de una vez.
    
    Daniela se retorció al sentirse llena y su coño demandaba más, haciendo succión de esa verga jugosa que la penetraba, él la complació enterrándosela toda hasta que los huevos peludos le golpearon el culo. Marino al verla ensartada hasta el fondo le tomó los tobillos y los levantó dejándola expuesta por completo la comenzó a bombear y tanto su panza voluminosa como las tetas de la chica se agitaban al son de sus embestidas. ¡Plas, plas, plas!, sonaba el coño húmedo de Daniela y al verga de Marino colisionando y los gruñidos bestiales de él opacaban los leves quejidos de ella.
    
    —¡Qué coñito tienes, puta! ¡Qué coño! ¡Cómo me la aprietas, joder! —gritaba él, enterrándosela cada vez hasta los huevos y ella se retorcía de piernas abiertas. Marino le soltó los tobillos y se inclinó para hacer lo prometido: comerle las tetas, mordérselas y cogerla duro mientras lo hacía, llenándose la boca con sus suaves y jugosas carnes, y cada chupón en sus pezones hacía que Daniela se retorciera debajo de él, apretándole más la verga con el coño, pidiéndole una ...
    ... descarga de leche que le dejara el coño cremoso.
    
    Se separó a tiempo de que esas succiones le hicieran acabar y la puso en sus cuatro extremidades, abriéndola de piernas y obligándola a pegar el pecho en el colchón asqueroso. El coño de la chica se abría para él como una flor roja y brillante, se la volvió a meter disfrutando de la vista de su ano cerrándose y abriéndose y de su culo con forma de corazón, Marino sintió que le pedía algo ese ano oscuro y arrugado, así que se chupó un dedo mientras la cogía y jugó con su anillo, escupió en él y al ver que la nena no se oponía le metió un dedo, la puntita nada más, pero Daniela gimió.
    
    —¿Te gusta el dedo en el culo, perra? ¿Has cogido por allí, sucia perra?
    
    Daniela no era capaz de responder, sólo de sentir esa rica verga dentro de ella como un largo dedo masajeando su punto sensible y ese otro dedo intruso en su ano causándole escalofríos y sensaciones que nunca había sentido. Él la penetraba cada vez más rápido y le enterraba ese dedo al mismo tiempo, se inclinó sobre ella concentrándose en hacer que su penetración fuese dura y certera, hasta el fondo y sin compasión por la putita en que se había convertido la nena más inocente que había entrado en ese bar.
    
    Marino no pudo aguantar mucho más y se corrió dentro de ella con un gruñido de bestia, y las manos llenas de sus tetas, sacó su verga lentamente viendo como el río de leche salía del coño enrojecido y depilado de Daniela mientras que ella observaba con las mejillas ...
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