1. Mi primera vez en muchas cosas


    Fecha: 07/06/2018, Categorías: Primera Vez Autor: remyvelez, Fuente: CuentoRelatos

    Hola de nuevo. Os cuento otra experiencia que me inició en muchos de mis gustos sexuales que hoy aún mantengo y disfruto. En aquel momento llevaba unos tres meses con un follamigo llamado Paco, del que os he hablado en anteriores relatos. Él fue el que me inició en muchos de mis vicios sexuales. Había follado con él varias veces, desde que me descubrió en el sex-shop en el que trabajaba viendo pelis porno gays en las cabinas y machacándomela con cara de vicio infinito.
    
    Cuando me llamaba para vernos o lo llamaba yo, solía hablarle de mis fantasías, diciéndome él que tenía mucha imaginación y mucho vicio para ser tan joven. Él debía tener 28 más o menos. Con frecuencia le decía que me encantaría estar rodeado de pollas mientras una tía me mira comérmelas todas o que una travesti femenina y dotada (una trans que se suele decir) me follara y me dominara. Y cosas así, lógicas con mi inexperiencia y mi calentura propias de la edad.
    
    Un día de Semana Santa, es decir, sin clase, me llamó para decirme que estaba con un amigo en su casa, por si quería pasarme, que me iba a gustar conocerle y que le había hablado a él de mí alguna vez. Nunca quedamos para nada más que sexo, así que intuía lo que quería, por lo que le dije que sí, empezando ya excitarme solo de pensarlo. Le pregunté qué cuándo, me dijo que ya y me indicó la dirección de su amigo.
    
    Conforme me decía cómo llegar, yo empecé a fantasear y a ponerme muy cachondo. Hacía solo un par de meses que me habían desvirgado ...
    ... el culo, pero me encanta comer pollas, y la idea de tener una en cada agujero me ponía muchísimo. Con esa calentura decidí darle una sorpresa a Paco y me quité los calzoncillos, poniéndome directamente unos vaqueros muy ajustado que me habían ayudado a ligar mucho por cómo me marcaban el culo.
    
    No recuerdo qué excusa le di a mi madre para salir sin aviso previo, pero me fui lo más rápido que pude. Afortunadamente la casa estaba al otro lado del río, en el barrio del Carmen, y eso me pillaba a escasos 5 minutos. Se trataba de un portal antiguo de una vieja casona, pero desde que llamé al timbre y sin decir palabra me abrieron, yo estaba en una nube de excitación. Mientras subía la escalera me acomodé la polla, que llevaba súper dura desde que estaba en mi casa, para que se notará la empalmada subiéndola hacia el bolsillo, bien visible con esos pantalones tan apretados.
    
    Cuando Paco me abrió yo respiraba entrecortadamente por la calentura que llevaba. Me saludó y me dijo que pasara. Me presentó a su amigo, Vicente. Yo lo conocía de vista porque trabajaba en el mismo sex-shop que Paco, así que me quedé un poco cortado al principio. Él era un tipo bajito y nada del otro mundo, pero yo nunca he sido exigente con los tíos, con una buena polla me bastaba.
    
    Pasamos al salón donde había dos sofás viejos con una mesa baja entre ambos. Vicente se sentó en uno y Paco y yo en el otro. Paco se debió dar cuenta de que me había cortado el que fuera alguien que me conocía, así que, al ...
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