1. Melissa (Capítulo 2): Su culo en agradecimiento


    Fecha: 30/05/2022, Categorías: Anal Autor: Heathcliff, Fuente: CuentoRelatos

    ... hecho desear tener sexo por detrás.
    
    -Sexo anal? -dije provocando nuevas contracciones de su vagina.
    
    -Sí, eso, y mi papá dijo que te diera las gracias, y de verdad quiero dártelas -dijo bajándose de mi y apoyando las manos en el escritorio mientras me daba la espalda - mi culito es tuyo, sólo no seas un bruto, por favor.
    
    No se diga más, una mujer que admite que le gusta que le chupen el culo y encima te ofrece su virginidad? No es algo para desperdiciar, y menos teniendo un culo como el que Melissa poseía. Sus redondas y carnosas nalgas estaban expuestas frente a mi, listas para ser poseídas.
    
    -Te prometo que no lo seré, daré mi mejor esfuerzo por ti, sólo relájate y disfruta.
    
    Con las manos separé sus nalgas y las amase para relajarla, y fui directo al centro de su culo, lo observé un tono claro, apenas más oscuro que el resto de su piel, cerrado, Melissa se mantenía quieta y en silencio, pasé mi lengua desde su ano y por toda el canal que separaba sus glúteos, ella se estremeció. Repetí esa acción varias veces y cuando estuvo más relajada le di una auténtica comida de culo, se lo chupé, le escupí directo en el ojo y luego relamía hasta dejárselo impecable, una y otra vez, empujaba con la lengua y presionaba, Melissa ahora gemía discreta, movía y empujaba su culo contra mi, suspiraba profundo por ratos.
    
    -No está mal, verdad? -pregunté curioso.
    
    -No, nada mal, continúa -decía entre suspiros.
    
    La confirmación que esperaba de que íbamos bien, la ...
    ... comunicación es importante en estos casos. Avancé la yema del dedo índice hasta su centro y empecé con un masaje suave, en círculos, aplicando presión tenue, ella no me rechazaba, alterné lengüetazos con el masaje digital y se mostraba cada vez más dócil. Me levanté apenas por menos de un minuto con la intención de tomar un ungüento analgésico.
    
    -No, no te detengas, por favor, vas bien. -fue su reacción, lo que me alentaba aún más.
    
    -Tranquila, esto ayudará.
    
    Puse una pequeña cantidad del ungüento en la punta de mi dedo y lo esparcí en su esfínter procurando avanzar la primera falange dentro, lo hice en 2 ocasiones más y a medida que lo hacía introducía el dedo cada vez más hasta que al fin entró todo. Saqué el dedo, lo llené de más ungüento y repetí la maniobra. Continúe ahora con dos dedos y luego tres, Melissa que hasta hace unos momentos suspiraba y aguantaba, se mostraba cada vez más receptiva.
    
    Me levanté, hubo silencio y quietud, sabíamos lo que seguía, puse una pequeña cantidad de ungüento en la punta de mi polla y apunté a su agujero virgen.
    
    -Tranquila, estás lista, iremos lento y tú me dirás cuando estés más cómoda.
    
    -Sí, hazlo, no te preocupes, confío en ti.
    
    Acerqué mi polla a su esfínter y presioné, firme pero suave, lentamente introduje la cabeza y me detuve, quería dar tiempo a que se acostumbrara a recibirme, su ano se contraía, supe que era momento de avanzar cuando Melissa dejó de apretar, avancé lentamente, cuando iba por la mitad, me detuve un menor ...