1. Persuasión a la perversión (III)


    Fecha: 27/05/2022, Categorías: Anal Autor: Alexonicex, Fuente: CuentoRelatos

    ... final daba a un muro, del mismo edificio del bar.
    
    —Algo me dice que no soy el primero ni el último en venir aquí— bromeé mientras nos abrazamos y besamos.
    
    —Tonto.
    
    Ya estando escondidos empezamos a meternos mano. Le bajé la camiseta desgarrada hasta la cintura y le aflojé el sujetador dejando su pecho libre, pequeño pero con encanto. No por ello me gustaba menos que las tetas de Sarah, me gustaba diferente. Este era más firme y más duro.
    
    Me desabrochó el pantalón liberando mi erección. Escupitajo en mano me empezó a masturbar mientras nos miramos frente con frente. Le desabroché el pantalón y me hizo hueco por dentro de sus pantys hasta agarrarla bien de las nalgas, acabando por bajarle todo dejandole el culo al aire.
    
    Unté un dedo en saliva y fui a tantearle el ano.
    
    —Hay un problema— dije en un momento de serenidad.
    
    —¿Qué pasa? ¿Hice algo mal?
    
    —No, qué va. Pero no tenemos lubricante...
    
    —Habla por ti— dijo mientras se sacaba del bolsillo un potecito de vaselina.
    
    —Se supone que es para labios, pero para un caso de emergencia, sirve.
    
    Me entregó el pote y seguimos donde lo habíamos dejado, ella masturbándome y yo metiéndole un dedo por el ojete.
    
    En ninguno de los escenarios que contemplé para esta noche estaba el de follar a Carol por el culo en el parque. Ni siquiera follar, o cualquier otro tipo de contacto, una felación o cualquier cosa. Este polvo lo patrocina el alcohol y la adolescencia.
    
    —Así estará bien— dijo mientras se daba la ...
    ... vuelta y se apoyaba contra la pared con el culo en pompa. Me apetecía que me la chupara un rato, pero ya bastante suerte tengo ahora como para pedir más.
    
    Me unté bien el nabo en vaselina y me preparé para la acción. Ella se encontraba la cabeza apoyada en el brazo contra la pared, y la otra mano apoyada en sus lumbares y controlando mi penetración.
    
    Se la empecé a meter suave, la vaselina facilitaba mucho el trabajo. Seguía entrando mientras ella siseaba de dolor, pero como no me decía de parar, seguía sin miedo.
    
    El placer era enorme, apenas se la estaba metiendo e igual que con Sara, ya quería correrme.
    
    Cuando la tuve toda metida, la avisé y lo comprobó con sus manos. Satisfecha, se incorporó un poco hasta conseguir comerme el morro mientras empezaba a mover la cadera.
    
    Movimientos suaves, sacaba un poquito y cada vez más. Me encanta esta postura para sobarle los pechos. Cuando ya empezamos a coger ritmo y ella empezó a gozar, se volvió a apoyar en la pared y me dejó casi todo el trabajo a mi. Se mordía el brazo intentando ahogar los gemidos que le producía mi polla en su recto, y yo intentaba aguantar un poquito más con cada embestida.
    
    —¡Pero bueno!— exclamó Erica—. Supuse que os encontraría aquí.
    
    Mi polla seguía en el culo de Carol, palpitante y mis manos agarrando sus caderas, inmóviles.
    
    —¡Lárgate Eri!— le grito Carol casi ladrando.
    
    —¡Yo también quiero follar!— le contestó
    
    —Ignórala— me dijo Carol queriendo seguir. Me estaba desconcentrando y ...
«12...456...»