1. Isla paraíso (Parte III): Desembarco de los violadores


    Fecha: 17/05/2022, Categorías: No Consentido Autor: Aegon fuegoscuro, Fuente: CuentoRelatos

    Raenys
    
    Raenys llevaba tres semanas en la isla Paraíso y vaya que era un paraíso, la isla era de las más hermosas del caribe y del mundo, pertenecía al millonario y filántropo Gabriel Lancaster, hijo del millonario Dan Lancaster, dueño de la petrolera más grande de América. La fortuna de Gabriel era de una cantidad inimaginable, era tanta que era dueño de la isla Paraíso, de 140 kilómetros cuadrados, bien protegida pues en ella vivía las mujeres del multimillonario, un total de 234 mujer de alrededor del mundo, una verdadera locura, pero era un lujo que el solo podía darse.
    
    Las mujeres eran de las más hermosas del mundo con un cuerpo que toda mujer quisiera tener. Gabriel era un hombre con un voraz apetito por las mujeres, así que creo su propio "paraíso" en la tierra en una isla con 234 mujeres que se dedicaban a complacer sus apetitosos carnales. Raenys aún no tenía el privilegio de conocer a su dueño, ni mucho menos de ser montada por él, pero ella esperaba su día.
    
    La mujer había pintado su cabello de un color negro, lo que hacía que resaltara su cabello de su pálida y hermosa piel. Ese día iba junto a Kira, una muchacha de suiza con quien había pasado el mayor tiempo en aquella isla. Iban de camino al lago cristal, un lago que albergaba un agua cristalina y dulce. Ambas desnudas iban a caballo, pues era el medio de transporte en aquel lugar, también había motos de cuatro ruedas pero a ellas les gustaban más los caballos.
    
    El ambiente en el lago era de fiesta, ...
    ... mujer bebían, nadaban y bailan desnudas, disfrutando del sol, mujer con esbeltos cuerpos, cuerpos que eran el deseo de todo hombre.
    
    Las tetas y nalgas brincaban sensualmente mientas las mujeres se embriagaban y jugaban entre ellas. Tomaron unas cuantas cervezas y bailaron sensualmente con otras mujeres, sus cuerpos bañados en sudor y bronceado hacia excitar a Raenys.
    
    Después de un rato ella y su amiga Kira se metieron al lago. Raenys le metió los dedos en el apretado coño de aquella chica que apenas tenían 19 años. Ambas comenzaron a besarse y a meterse los dedos, el placer recorría su cuerpo como las ondas recorrían las aguas.
    
    Ya estando fuera del lago en la húmeda y blanca arena, ella comenzó a lamer el coño rozado de la mujer suiza, su coño era todo un manjar que a Raenys más se le antojaba el coño cada que metía la lengua en ella.
    
    —Hazme tu perra —decía entre jadeos su acompañante.
    
    Raenys le metía los dedos con pasión y locura, ambas se besaban y los deseos de pasión se desprendían de sus cuerpos.
    
    Juntaron sus sexos y las frotaron entre ellas, el placer se apoderaba de ellas y sus bocas escupían gemidos de placer. La cara de la Kira se puso roja y Raenys le metió un dedo a su boca para que lo lamiese, la mujer lo lamia como se de una verga se tratase.
    
    Después de un rato, las mujeres que están en el lago bailando y tomando se fueron a tomar el sol en la playa que no se encontraba lejos de ahí, Raenys y Kira las acompañaron con el fin de relajarse un ...
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