1. El capitán y yo


    Fecha: 16/05/2022, Categorías: Gays Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... El Capitán vino a mi lado. Estaba con una musculosa verde que demarcaba su estado físico, unos buenos músculos bien torneados. Se sentó a mi lado, yo tragaba saliva, estaba nervioso para que negarlo. Puso una mano sobre mi pierna. En el muslo para ser mas exacto.
    
    __¡Relájese soldado!__ dijo casi en mi oído. Yo entonces tiré el cuello sobre el respaldo del sillón que era bastante alto. De hecho mi espalda quedó pegada prácticamente al respaldo. Pasaba su mano una y otra vez por mi muslo. Yo sentía un lejano vaho eléctrico en mis genitales, muy leve, ese contacto me emocionaba, pero me sentía raro a la vez.
    
    __¡Ahora explorare tus pechitos soldado!!__ me dijo y metió una mano por debajo de mi remera suelta, acarició mi vientre duro, me agité, llegó a mis pezones y fue una sensación riquísima, gemí de forma leve y el se dio cuenta.
    
    __¡Veo que nunca te han acariciado así, aha, ehh, se siente bien soldado, no, uhhh, creo que lo que tienes abajo se está levantando!__ pellizcó mis tetillas que se pusieron duras de inmediato y una ola de calor envolvió mi cuerpo, di un leve gritito, sentía mi verga erguirse irremediablemente.
    
    Me quitó la remera luego de masajearme unos minutos. Y con su boca chupó mis pezones duros y gordos.
    
    __¡Ohh soldado veo que te gusta!
    
    __¡Sí, señor, sí mi Capitán!!__ balbucee envuelto en un remolino de pasión y calentura desconocido para mí. Abajo mi verga pulsaba, como hacía tiempo no lo hacía. Sería cierto que aquello me gustaba por demás y ...
    ... que nunca me habían tocado de esa forma. En eso pensaba mientras el hombre que me lamía y chupaba y besaba gemía al compás de sus chupadas. Fue la primera vez que lo noté. Me gustó oírlo gemir. Con los dedos el Capitán acariciaba mi vientre y mi ombligo, yo sentía fuertes deseos de besarlo, de comerle la boca, de meterle la lengua hasta el fondo de su garganta.
    
    El continuo hurgando y llegó a rozar con los dedos la verga que estaba poniéndose cada vez mas rígida, más dura, cabeceaba para levantarse.
    
    __¡Ohhh bebe, ves como nos ayudamos, te das cuenta, ahh, mira como se está poniendo tu cosa, dura, muy dura!!__ susurraba en mi oído ardiente, al rojo vivo.
    
    Fue bajando el pantalón que sol tenía un elástico común, mi verga y yo pedían por favor que salieran ya al aire. El Capitán Ruiz gemía desbordado de emoción, supuse que estaba tan duro como yo.
    
    La mano dura del Capitán abrazó por completo mi pedazo, urgía, latía feroz, empezó a masajear. El ojo de mi pez rígido largaba gotitas de líquido seminal, el macho, me masajeaba todo el pedazo muy gordo y duro, yo relajado tiraba mi cuello hacia atrás, en tanto el dulce Capitán chupaba mis pezones a reventar. Yo lloriqueaba, lagrimeaba de felicidad y calentura feroz, volcánica, muy envuelto en llamas, muy necesitado de aquel encuentro.
    
    Mis pantalones por las rodillas, la mano experta del hombre se detuvo unos instantes en mis gordas bolas, llenas de leche de hacía ya tiempo, las sopeso, las apretó unos momentos. Yo gemía sin ...