1. ‘Eso’, mi dulce tormento con el marido de mi hermana


    Fecha: 14/05/2022, Categorías: Gays Autor: Carl, Fuente: CuentoRelatos

    ... mi lengua masajeaba su frenillo y mi saliva acumulada empezó a brotar por las comisuras, babeaba y poco a poco fui tragando más.
    
    Aún no me hacía el lavado rectal y temí que si me cogía, la iba a cagar -literal-. Pero el lujurioso sodomita no estaba para esperar más y en cuanto la presenté a su vista toda pringada de saliva y mi cara bañada en ella, me agarró como agarrar una maleta y en sus fornidos brazos me llevó hasta su cama. Peso 52 kilos en contra de sus 95 que lo convierte en un armario.
    
    Me botó en la cama y se montó encima mío para dejar su taladro en mi cara. Sus cojones en mi boca y yo que me los metí para mamarlos. El muy cabrón se giró al contrario y acabamos en un 69 de vértigo donde "sufrí" el acoso de su boca en mi pequeño clítoris y en el marrón estrecho pero dispuesto a dilatar con esa lengua deliciosa. Me corrí en minutos, en su boca. Álvaro se bebió mi semen y se giró nuevamente.
    
    Entre mis piernas levantadas a sus hombros colocó "eso" en mi agujerito y vació gran cantidad de lubricante que regó mi zona. Se agarró el capullo y me lo ensartó decidido a traspasar el ojal aún sin dilatar por completo. Mis huesos cedieron a la presión y quedé taponado por ese glande amartillado que me desbarató la voluntad y el esfínter entero.
    
    Me dio como a hembra, como si fuese Carla, su mujer, que justo antes de dejarme preñado llamó para ver cómo había amanecido su rey. Su rey me estaba hinchando a verga y batiéndome las entrañas, cosa que a ella no hace. Su ...
    ... rey con una desvergonzada actitud habló como si estuviese lavando platos y se despidió sin más para acabar la faena y "embarazar al putito de la casa".
    
    Extasiado como estaba y a punto de venirme nuevamente, Álvaro, mi ya marido empezó a escupirme en la cara y a pegarme. Sus bofetadas, lo reconozco, me excitaron, y su saliva me la procuré en la boca para degustar su sabor. "Eso" estaba en su máximo esplendor y sus palpitaciones aumentaron considerablemente. La tensión era evidente. Estaba por largar todo la producción de sus huevos y lo iba a hacer en mi interior.
    
    Me ardía la cara por sus golpes pero suplicante le rogué que volviera a pegarme. Era masoquista (?) Álvaro no reparó en delicadeza y me plantó una ráfaga de bofetadas, pellizcos en mis pezones, azotes fuertes en mi vientre y culo, tirones de cabello y un estrujamiento doloroso de testículos que me sacó hasta el alma por la raja de mi clítoris.
    
    Los moretones en mi delicada piel empezaron a ser más visibles y mi cara enrojecida con la marca de sus dedos me hicieron temer que mis padres se dieran cuenta. Álvaro estaba fuera de sí y me partió un labio con una formidable bofetada. Hizo puño y cerré los ojos. El golpe me cayó en un costado y me retorcí de dolor. Su verga aún mantenía el ritmo en mi ya anestesiado ojete.
    
    Los improperios fuertes y los golpes me hicieron venir una vez más entre lágrimas y todo adolorido, humillado y feliz recibí la riada interminable que me dejó "embarazada" de él, del marido de mi ...