1. ¡sorpresa!


    Fecha: 02/05/2022, Categorías: Bisexuales Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... mordía mis pezones duros e hinchados de goce y satisfacción.
    
    Estábamos disfrutando a un ritmo frenético cuando Muriel nos interrumpe besándome sorpresivamente en la boca.
    
    -¿Molestó amigos?- Exclamó acariciando mi cabello.
    
    Ese acto hizo que perdiera la concentración con Andrés y dejando de mover mis caderas respondí el beso de Muriel con una pasión inusitada.
    
    Estaba muy caliente para retroceder así es que me levante suavemente, abracé a Muriel y nos dejamos caer sin dejar de acariciarnos sobre la alfombra de la sala.
    
    Delicadamente nos recostamos y comencé a acariciar sus pechos y mordiendo alternadamente sus pezones.
    
    Podía sentir como gemía incansablemente pronunciándoles mi nombre.
    
    Andrés nos observaba desde el sofá con su pene entre las manos frotándolo y disfrutando suavemente del erótico y sensual momento.
    
    Fui besándola hasta llegar a su vientre. Levanté sus caderas y mi lengua recorrió el borde interior de sus muslos por ambos lados hasta llegar a su vulva, tibia y resbalosa. Metí mis dedos en su vagina mientras mi lengua jugaba con su clítoris.
    
    Muriel gozaba sin control. Mari Pili nos miraba totalmente sorprendida como nos revolcábamos con los ojos bien abiertos sin saber muy bien que hacer.
    
    Cuando se estaba a punto de correr tomó mi cabello con ambas manos y me pidió suplicando que me detuviera.
    
    ¡Si ella lo pedía! ¡Se lo concedería!
    
    Me detuve y cuando me iba a poner de pie me atajó firmemente y arrodilladas frente a frente nos ...
    ... acariciamos las formas, esas que conocíamos de memoria. Nuestros pechos hinchados y excitados con sus duros pezones se aprisionaban y se fundían con tanta fuerza que parecía una masa compacta.
    
    De pronto metió su nariz entre mis pechos inhalando profundamente como yo lo había hecho horas antes con ella.
    
    Su respiración agitada y su cálido aliento fue cada vez más excitante hasta que de manera involuntaria nos dejamos caer nuevamente sobre la alfombra.
    
    Y sobre la alfombra con las piernas entrecruzadas empezamos a refregar frenéticamente nuestras vaginas intentado que los clítoris también se encontraran. La humedad que manaba de cada una de nosotras hacía que el roce fuera resbaloso, suave, caliente y placentero.
    
    Mientras jugábamos y nos restregábamos la una a la otra, Mari Pili se sentó al lado de Andrés que se masturbaba sin dejar de mirarnos.
    
    -¿Te gusta mirar esto?- preguntó Mari Pili sin quitar la vista del pene de Andrés
    
    -¡No me desagrada!- respondió escuetamente
    
    Andrés la miró paseando detenidamente su vista por el cuerpo de la chica hasta que de pronto le ordenó.
    
    -¡Quítate las bragas! –
    
    -¿Por qué? – respondió Mari Pili
    
    -¡Porque te voy a follar!
    
    Fascinada por la autoritaria y segura determinación e hipnotizada por la sugerente propuesta, Mar Pili obedeció silenciosamente sacándose las bragas quedando de pie con sus brazos colgando frente a Andrés. Sus pezones delataban que su estado de excitación era máxima.
    
    Andrés la toma de una mano ...