1. El osteópata (Capítulo 1): Una nueva clienta


    Fecha: 02/03/2022, Categorías: Confesiones Autor: molly625, Fuente: CuentoRelatos

    ... rechistar.
    
    -No creo que necesites más, la verdad. Ahora túmbate en la camilla boca arriba. -le dije.
    
    -Y ahora quítate el bikini y enséñame lo que hay debajo. -No, eso sólo lo imaginé pero no dije nada, aunque sería un sueño hecho realidad.
    
    Cuando se tumbó, con las piernas entreabiertas, se percibía un ligero abultamiento en la parte inferior del bikini. Me quedé absorto durante unos segundos, intentando ver algo entre las transparencias, pensando en cómo sería lo que hay bajo la ropa...
    
    Le hice varios movimientos con las articulaciones, algún crujido de los que gustan a los clientes, y me puse cachondo, sin remedio. Tenía una piel tan suave, con unas curvas tan bien hechas... deseé ser masajista por un instante.
    
    Mientras movía sus brazos haciendo varios giros, me fijé en sus firmes pechos. Los tenía ni muy grandes ni muy pequeños. Con ese bikini tan fino se le marcaban bien los pezones. Pensé que tendría que buscarme una excusa para tocarle los pechos en una sesión, pero al momento descarté la idea. No sería creíble de ninguna manera.
    
    -El tronco superior lo tienes mejor. Necesitas algún ejercicio para fortalecer la musculatura, pero poca cosa. Levántate y vístete. -Dije de forma contundente. Si por mí fuera seguiría con la sesión varias horas más, pero el tiempo se estaba terminando.
    
    -Me alegro de que me veas tan bien -dijo Patricia mirándome a los ojos. Creo que me puse colorado.
    
    -Te mando unos ejercicios a tu correo electrónico y nos vemos en dos ...
    ... semanas. Debes hacerlos un día sí y uno no. Y a la vuelta vemos si mejoraste, ¿te parece?
    
    -Lo que tú me digas me parece perfecto. Confío en ti. No me defraudes eh. -me dijo sonriendo. Yo le devolví la sonrisa, mientras ella cogía su ropa para vestirse.
    
    -Entonces nos vemos el próximo día. Pide una cita a Marta al salir.
    
    -Muy bien, hasta pronto entonces. Haré todos los ejercicios que me has mandado.
    
    Cogió sus pertenencias y se acercó a la puerta, donde yo estaba esperando como un verdadero caballero, para dejarle pasar a ella primero. Abrí la puerta mientras ella se acercaba, y al pasar por mi lado me dijo, acercándose mucho a mi oreja:
    
    -Me he dado cuenta de que te has empalmado. No te preocupes, les pasa a todos. -Dijo ella por sorpresa.
    
    ¡No me jod...! se había dado cuenta. Me quedé tan sorprendido que no pude ni soltar un chiste ni nada. Ni siquiera pude cambiar el gesto. ¡Qué vergüenza! Además, la forma de decirlo me confundió, ya que de ella esperaría una sonrisa, pero lo hizo con un tono muy seguro y serio.
    
    Patricia pidió cita para el siguiente día, y Marta se quedó mirándola mientras salía.
    
    -Vaya pivón, ¿no? -Me dijo mientras hacía gestos obscenos con las manos.
    
    -Bueno, tampoco es para tanto -Dije, con poca esperanza de parecer creíble.
    
    -Ya, tu novia está mejor y bla bla bla...
    
    -Si está bien o mal es lo de menos, mientras pague a mi me vale -Dije, intentando cambiar de tema, y me metí de nuevo en mi sala para evitar más preguntas.
    
    Dos ...
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