1. La iniciación de mi sobrino (II)


    Fecha: 27/01/2022, Categorías: Incesto Autor: Ulpidio_Vega, Fuente: CuentoRelatos

    ... su enorme espalda y su miembro asomando amenazante. Estaba hinchado, rojo, con todas las venas marcadas. No pude resistirlo
    
    “Necesitás ayuda corazón”, le dije al oído mientras con una de mis manos le corría la suya y me apoderaba de ese hermoso instrumento. Mis tetas quedaron a la altura de su cara. Me levanté la blusa y le pedí que las chupara. En la notebook seguía la película porno. Yo deseaba que tuviera escenas de sexo anal para que me penetrara. “Haceme lo mismo”, tenía pensado decirle. Los labios de mi vagina estaban húmedos, con la otra mano me metí dos dedos y me estremecí. “Chupámela toda”, me dijo con un tono que me calentó más aún porque por primera vez me sentía incapaz de no hacer lo que me pidiera. Me tiré por arriba del sillón. El seguía sentado. “Chupámela así”, me mostro” la notebook y traté de imitar los movimientos. Me tuve que meter la pija hasta la garganta, me quedé sin respiración y todavía la mitad quedaba afuera. Era gorda y larga. Y estaba dura como una piedra. Me di golpecitos en la cara como hacía la de la película y estaba hirviendo.
    
    Me paré delante de él, de espaldas, le llevé las manos a los cachetes del culo para que me los apretara. Mi abrí todo lo que pude para que se tentara. Me agarró de la cintura y acomodó la pija en la vagina. Me senté de un golpe, instantáneamente y tuve mi primer orgasmo. Esa pija me partía al medio, parecía más grande que la del debut.
    
    MI sobrino bombeó con mucho más estilo que en su primera vez. Con sus ...
    ... enormes manos me levantaba por la cintura y me dejaba caer para que el recorrido de su pija fuera más intenso. Sentía su respiración en la nuca, por momentos me agarraba las tetas con fuerza y me las sobaba. Me pellizcaba los pezones como si tuviera experiencia. Yo en ese momento era su puta, no una tía experimenta.
    
    Comenzó a tomar la iniciativa. Me pidió que me pusiera en cuatro en el sillón y le abriera los cantos. Me empezó a coger fuerte, su pija me daba mucho placer, acabé otra vez, gritando como como una loca: “Cómo me gusta esa pija pendejo, te la voy a comer toda”, le dije gritando. “Cogeme toda, soy tu tía putita”. Sentí que esas palabras surtieron efecto porque su pija se hinchó y sentí escalofríos por la espalda. Y cuando me metió uno de sus enormes dedos en el culo vi las estrellas. Estaba desatada, quería coger hasta que se terminara el mundo.
    
    “A tías putitas como yo les gusta que le rompan el culo”, le dije y me abrí los cachetes con las dos manos. Le agarré la pija y se la acomodé en la entrada de mi orificio. Lo tenía dilatado por mis jugos y por esos enormes dedos que le pedí que me metiera mientras me cogía como a una perrita en celo. Me penetró con dulzura, sin que me doliera nada, se quedó unos instantes quietos hasta que yo empecé a moverme lentamente con esa enorme pija clavada por el culo. Me temblaban las piernas y no pude contener el orgasmo cuando me descargó un chorro de leche tibia y espesa. Se desplomó sobre mí con su vara metida hasta los ...
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