1. Obsesión cornuda, Liz (Parte 1)


    Fecha: 11/01/2022, Categorías: Intercambios Autor: Homelander, Fuente: CuentoRelatos

    ... Normalmente mi combo incluía una chupada o una puñeta, luego más besos y caricias, al final de la tarde me iba a casa con las bolas azules a terminar el trabajo yo mismo.
    
    Estaba furioso y celoso, él gemía mas y mi novia hacía esas escandalosas y húmedas arcadas en su verga, pero como buen cornudo, mi verga me traicionó y se comenzaba a poner erecta de nuevo, y claro que comencé a masturbarme otra vez.
    
    Un profundo gemido de él seguido de una escandalosa arcada de mi novia.
    
    César: no puedo creer que seas tan puta… - decía entre sus gemidos, ¡¿Qué carajos le pasa?! ¡¿Cómo se atreve?! – tienes novio… - ella lanzaba una histérica arcada y él gemía profundamente - … Sabes que andaré con Mariyan… - él gemía de nuevo – ni siquiera nos hablamos y aun así me la chupas así de cabron… - él decía lujuriosa y lentamente, cuidando de no quedarse sin habla por el placer oral, gemía profundamente y ella parecía que iba vomitar – ¡Si! ¡Aaah! ¡No mames! – decía desesperado – nunca te imaginas conocer a una puta así… - decía y ella parecía subir la velocidad, ¡¿Ella lo disfrutaba?! – nunca crees que una vieja pueda ser así de zor-¡Ay cabron! – él disfrutaba y gemía por varios minutos, en ocasiones parecía que ella moriría ahogada – siempre lo fantaseas, pero jamás te imaginas que realmente la vieja se va poner a comerte la verga tan en chinga – él gemía profundamente y mi novia seguía lanzando esas arcadas que ahora eran mi obsesión.
    
    ¿Él disfrutaba humillarla así? ¿O creía que la ...
    ... estaba halagando de algún retorcido modo? ¿Ella lo veía de ese modo? ¿Lo disfrutaba? Así no era mi Liz.
    
    Liz: me encanta tu vergota gorda – decía desesperada y agitada, me jalé la verga tan fuerte que casi me lastimé
    
    César: di que eres una puta – decía débilmente entre sus gemidos, y las arcadas y respiraciones histéricas de ella – Di que eres una puta – exigía firmemente
    
    Liz: … s-soy una puta – decía débilmente, la verga me dio un salto en la mano y casi pude ver la linda cara de mi novia avergonzada y su mirada esquiva. No más charlas.
    
    Ruidos grotescos de ella siendo asfixiada por la verga de él, luego respiraba como histérica en momentos para luego volver a ser casi ahogada con ese pedazo de carne, él gemía profundamente, exhalaba con fuerza, los ruidos sexuales eran remplazados por palabras solo de vez en cuando por él diciendo que le encantaba, que ella daba unas mamadas asombrosas, que le lamiera las bolas, que era una puta…
    
    César: ¡No mames! ¡Neta que puta eres!
    
    1 hora, 2 minutos, 15 segundos.
    
    Él gemía histérico mientras podía escuchar los escandalosos sonidos húmedos de la boca de ella en la verga de él.
    
    César: te los voy echar en la cara no te muevas – decía histérico y pude imaginarlo apuntándole con la verga dura a la cara.
    
    No, no se atrevería, ¡¿Por qué?! Quise hacerlo tantas veces… simplemente apuntar a su cara y decir que fue un accidente… Soy un pendejo y un cobarde.
    
    Él gemía de una manera que me pareció casi exagerada mientras no ...