1. Volver


    Fecha: 11/01/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... otro...
    
    -Mira que voy. Sé donde vives y donde trabajas.
    
    -Cobarde.... Acabo de mirar el reloj y es muy tarde... Tengo todo sin hacer. Hasta mañana, cariño.
    
    -Hasta mañana, te quiero.
    
    -Yo también te quiero, bobito.
    
    Al día siguiente, a las doce de la noche, a quien le llegó un mensaje de whatsapp fue a Diana.
    
    -Hola.
    
    -¡Qué raro que llames! dijiste que nunca lo ibas a hacer. ¿Pasó algo?
    
    -No, pero puede pasar, ¿No decías que tu novio esta semana trabajaba hasta las cuatro de la madrugada?
    
    -Trabaja. ¡Eres un gamberro! Sabías que ahorita iba a estar solita en la camita.
    
    -Tú solita en la camita y yo solito aquí fuerita.
    
    -¿Dónde estás?
    
    -¿Fuerita de tu casita?
    
    -¡Nooooooo! Estás locooooo.
    
    -Me llamaste cobarde. ¿Te acuerdas?
    
    -¡Estaba bromeando!
    
    -Pues nada, me voy por donde había venido.
    
    -No te vas a ir, lo sé, no se hace un viaje tan largo... ¿Dónde estás?
    
    -A unos tres cientos metro de tu casa dentro de mi auto. ¿Quieres que me vaya?
    
    -No, ven por la puerta de atrás de mi casa que está todo a oscuras.
    
    Fui y Diana me abrió la puerta vestida con una camisa blanca de hombrey un tanga negro. Cerró la puerta con rapidez.
    
    -Estás muy loco.
    
    Le planté un beso en los labios, lo recibió con agrado. Luego me miró y me dijo:
    
    -No vamos a poder hacerlo.
    
    Le rocé la polla dura contra su cuerpo, y le respondí:
    
    -Esta no es de tu misma opinión.... Pero tu mandas. ¿Acaso está a llegar tu novio?
    
    -No, quien me acaba de llegar es la ...
    ... regla.
    
    Me preocupé
    
    -¡¿No estamos solos en casa?!
    
    Le dio la risa, una risa que me encantaba oír.
    
    -Nooooo, recién me bajó la menstruación.
    
    -¿Y?
    
    Me cogió de la mano y fuimos hablando hasta la sala.
    
    -¡¿Cómo que y?! Sería asqueroso hacerlo así.
    
    -¿Para quién?
    
    -Para ti.
    
    -Traigo condones. ¿Nunca te follaron estando de regla?
    
    -Noooo.
    
    -Alguna vez me comentaste que los días que tienes la regla son los que más ganas tienes. ¿Me mentiste?
    
    -No, nunca te miento.
    
    La volví a besar. Ya no había marcha atrás, le quité la camisa y allí estaban las tetas más ricas de la comarca y más allá, unas tetas con areolas marrones y gordos pezones. Ahora iba a ser mi lengua la que saborease aquellas delicias, esponjosas pero firmes... Se las comía un poquito, le comía la boca y se las volvía a comer... Al quitarle las bragas vi que aún no pusiera compresa o tampón, o lo que fuera que se pusiera. Tenía unas manchitas de sangre en ellas, me agaché y le besé el clítoris. Me dijo:
    
    .¡¿Qué haces, guarro?!
    
    -¿Te gusta?
    
    -Sí, pero...
    
    -Pues calla y disfruta.
    
    Le lamí el clítoris de abajo a arriba al tiempo que con la yema de mi dedo medio le acariciaba el ojete. Al rato el clítoris sacó la cabeza del capuchón, como saca un lagarto la cabeza de su escondrijo para tomar el sol, altivo, lo chupé y aún se puso más altivo. Diana cogiendo mi cabeza, gemía y no decía nada, y nada dijo hasta que no le volví a lamer el glande erecto de abajo arriba, entonces dijo:
    
    -¡Qué ...
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