1. Volver


    Fecha: 11/01/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... rato oí su dulce voz de nuevo.
    
    -¿Te gusta oír mis gemidos?
    
    -¿Te corriste? Por la manera de chillar...
    
    -No, paré cuando me iba a venir.
    
    Yo juraría que se había corrido... En fin, que cuando se corriera, ríete tú de los conciertos de rock duro, los decibelios de la voz que saliese de su garganta me iban a dejar sordo.
    
    -¿Tu esposa no chilla al sentir placer?
    
    -No, al correrse, hace: Aaaaaaaah, aaaaaaah, aaaaaaah. Creo que se le jodió el volumen
    
    Rompió a reír con ganas. Su risa era preciosa.
    
    -Me hizo gracia. Se le jodió el volumen...
    
    Volvió a reír, y luego se puso seria de nuevo. Me preguntó:
    
    -¿Quieres volver a sentirla?
    
    -Si
    
    Esta vez no me pidió que le rogara. Sus dedos chapotearon en su chochito, que más que chochito parecía piscina.
    
    -¡¡Clash, clash, clash, clash, clash!! -Pídeme que me corra -clash, clash, clash, clash, clas, clas, clash-. Pídeme que me corra, cabrón.
    
    Yo ya estaba otra vez palote y con ganas de correrme
    
    -Aguanta un poco, putona.
    
    -¡No puedo, cabrón! -clash, clash, clash, clash, clash, clash, clas, clash! Dímelo.
    
    -No, zorra, no te lo voy a decir.
    
    -¡Por favor, dímelo! -¡¡clash, clash, clash, clash, clash, clash, clash, lash, clash!! ¡¡¡Diiiiiiiiiimeeeeelooooo!!!
    
    -Te amo.
    
    ¡¡¡Me corroooooooooooooo!!!
    
    Esta vez sentí sus gemidos hasta el final. Fue maravilloso oírla de nuevo mientras llegaba al cielo. Me volví a correr. Cerré de nuevo los ojos y volví a lamer mi mano pringada de leche imaginando que era ...
    ... su coño corriéndose. Hacía más de veinte años que no me corría dos veces haciendo una paja.
    
    -¿Te gustó sentir cómo me corría?
    
    -Sí.
    
    -¿Te has corrido?
    
    -Sí, pero...
    
    -¿Pero qué?
    
    Parecía que me leía la mente. En la pantalla del celular apareció su coño peludo y mojado y un dedo subiendo y bajando por sus labios. Había encendido la cámara. Sabía que me volvían locos los coños peludos. Quise creer que se dejara crecer el vello para mí, pero yo tenía la polla flácida y ni aquella visión hizo que se levantase.
    
    -¡La hostia! ¡¡Qué rica!!
    
    -¿La de tu mujer no está rica?
    
    Vi su mano cogiendo una de sus grandes tetas y la lengua lamiendo el pezón.
    
    -Te voy a contar algo -le hable en bajito, casi susurrando-. El viernes cuando le comí el coño a mi esposa, te lo estaba comiendo a ti. Con la luz apagada, cerré los ojos y le metí la lengua en su coño peludo. A pesar de haberle comido las tetas estaba poco húmeda, pero después al lamer su clítoris muy lentamente y de hacer círculos con la punta de mi lengua sobre él, se empezó a encharcar. Ya eras tú -La polla, que hasta ese momento la tenía morcillona, se me puso tiesa cómo un garrote -sentí su respiración acelerada y sus gemidos mientras veía cómo dos de sus dedos entraban y salía en su coño lentamente. Mi polla comenzó a despertar- Lamí desde tu ojete hasta tu clítoris arrastrando las babas de tu coño, paraba, los saboreaba, y seguía lamiendo. Te chupé el clítoris -vi como sus dedos apretaban el capuchón- y después ...
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