1. Plomero perverso


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos

    Era un fin de semana, Martha estaba en su habitación aun sin levantarse, entraba el sol por su ventana, ella se revolvía en la cama, aun no deseaba levantarse, llevaba unas bragas negras, con un tenue diseño en gris, que se incrustaban de manera deliciosa entre sus nalgas, dejaban al descubierto parte de ese hermoso trasero blanco, sus nalgas redonditas y paradas se cotoneaban por toda la cama, como tratando de invitar a quien fuera el afortunado de poder poseerlas, unas medias negras con encaje en la parte superior que resaltaban los hermosos muslos y las torneadas pantorrillas que resaltaban el largo de sus piernas.
    
    En la parte superior un pequeño camisón, de tirantes, dejaba al descubierto sus hombros, resaltaba sus senos, como un par de suculentos jarros de miel, apenas y le llegaba encima de la cintura; su rubia cabellera suelta contrastaba espectacularmente con el negro de su vestimenta.
    
    De repente el sonido de la puerta la saco de su ritual, se levantó sorprendida y se preguntó: ¿quién podrá ser a estas horas?, generalmente nunca recibía visitas tan temprano en un fin de semana, se acercó a la puerta y pregunto quién llamaba. Del exterior se escuchó una voz de hombre: soy Fernando señora, soy el plomero que solicito esta semana; rayos pensó Martha, no recordaba que había solicitado este servicio, y yo sin estar vestida, pero ni hablar es necesario que pasen a arreglar el desperfecto en la cocina, abrió la puerta, era un hombre más alto que ella, moreno, vestido ...
    ... en un overol gris manchado de grasa, zapatos de trabajo, de apariencia tosca, de inmediato él se la devoró con los ojos de arriba abajo, mientras saludaba: buenos días señora, ¿puedo pasar a arreglar su cañería? Preguntó con un gesto que era evidente el doble sentido en la pregunta.
    
    Martha lo dejo pasar por alto, se dio la vuelta y le indico al plomero: pase por aquí señor Fernando, este caminaba detrás de Martha sin dejar de mirarle el trasero, mientras que decía en voz alta: ¡que hermosa vista tiene su departamento señora Martha! Hasta hace que se me pare… la respiración; Martha de inmediato comprendió ese juego de palabras, como reflejo inmediato sintió necesidad de girarse y abofetearlo, pero lo pensó un segundo, estaba sintiéndose halagada por lo que ese burdo hombre le decía, así que decidió ir mas allá: empezó a menear su trasero al caminar, al llegar a la cocina le indico, mire señor Fernando esta es la tubería que tengo tapada, ¿usted me la podrá destapar?, a lo que él respondió: claro que si señora Martha, a eso me dedico, a destaparle la tubería a mujeres hermosas como usted.
    
    Muy bien respondió Martha, pero hágame un favor, no me diga señora, que me siento mayor; claro que si Martha, dijo Fernando una mujer tan llena de vida y de atributos debe sentirse con mucha cuerda todavía.
    
    Bien Fernando, aquí es, dijo Martha señalando el fregador, aquí es donde se tapó la tubería, ¿cree que pueda destaparla?, claro que si Martha, a linduras como usted yo les destapo ...
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