1. Plomero perverso


    Fecha: 10/01/2022, Categorías: Fantasías Eróticas Autor: JORGEFAG, Fuente: CuentoRelatos

    ... atorado.
    
    Martha mamaba ya ese camote por sí sola, mientras Fernando solo observaba y le decía: ¡te gusta la verga Martha! Desde que te vi, lo imagen, tienes cara de ser una comevergas profesional.
    
    Mientras Martha seguía devorándose el tubo de Fernando, este tomo una de las sabanas de la cama de Martha, mientras le decía: me parece que te gusta que te traten mal, estas de suerte, te voy a tratar como te gusta perrita.
    
    Le saco el miembro de la boca, la hizo que se girara, la tomo de los dos brazos y se los coloco por la espalda, mientras con la sabana ataba sus muñecas, una vez que la ato le dijo: voy a hacer contigo lo que me plazca y tú vas a gemir pidiendo más y más verga putita.
    
    La inclino hacia el frente, su cara cayó sobre el colchón, de rodillas con su culo levantado y las manos atadas, estaba a merced de Fernando, este de inmediato bajo las bragas de Martha, unas bragas mojadas ya de la excitación, dejaba el culito blanco a merced de Fernando, quien de inmediato comenzó a lamerle su ano, metía la lengua dentro de ella, para después pasar a su vagina, recorría sus pliegues, besaba sus labios, mordía su clítoris, Martha sentía que se desvanecía, una serie de sensaciones la invadían desde si entrepierna y le recorrían todo el cuerpo.
    
    Entonces Fernando se arrodillo detrás de ella, ya sin el overol, pero aun con las botas de trabajo puestas, mientras le decía a Martha: vas a empezar a pagar la cuenta con metidas de verga mamacita, yo te digo cuando hayas ...
    ... completado, y le coloco la glande de su pene en la entrada de la vagina, solo se la presento, se la untaba a lo largo de la vagina, como paseando para reconocer el terreno.
    
    La cabeza de su pene subía y bajaba sobre la rajita de la panochita de Martha, la cual al sentir de nuevo la cabeza en la entrada suplico: ¡métemela por favor, métemela!, a lo que Fernando respondió empezando a empujar ese tronco dentro de ella, sentía como la vagina de Martha se abría conforme el miembro de él iba penetrándola, Martha sentía como su vagina se iba llenando de ese miembro duro, venoso, sucio; hasta que los huevos de Fernando descansaron en las blancas nalgas de Martha.
    
    Ya lo sentiste verdad putita, entonces ya sabes lo que vas a recibir: y comenzó a bombear su poderoso miembro, con movimientos de cadera Fernando sacaba y metía su pene dentro de Martha cada vez más fuerte, en cada embate los huevos de Fernando chocaban en las nalgas de Martha, comenzado a enrojecerle la piel.
    
    En cada embate Martha emitía un sonido, mezcla de gemido, con respiración agitada, con suplica, no sabía que decir Martha, no atinaba, solo quería sentir ese miembro una y otra y otra vez dentro de ella.
    
    ¿Te gusta la verga putita? Preguntaba Fernando, ella solo decía: si, me gusta la verga, dame más papito; ella apenas y se reconocía, jamás se había imaginado poder decir algo así, estaba extasiada por completo: ¡cóbrate papi, cóbrate! Le gritaba.
    
    Chorros empezaron a brotar de la vagina de Martha, mientras ella ...