1. Madre e hija (Parte II): Desvirgando a Daniella


    Fecha: 08/01/2022, Categorías: Hetero Autor: Alonso1102, Fuente: CuentoRelatos

    Continuando con el relato anterior, ahora que ya tenía a Daniella en mis manos no la iba a desaprovechar.
    
    Seguí acariciándola, tomaba sus pechos y poco a poco los iba amasando con más fuerza, mis dedos aprisionaban sus pezones y los iba jalando arrancándole leves gemidos. La besé, su boca permitió la incursión de mi lengua que hurgaba en busca de la suya. Una de mis manos fue a la búsqueda de su sexo mojado. Mis dedos iban acariciando a lo largo de sus labios hasta el inicio de su entrada anal. Mis labios fueron en dirección de sus pezones los cuales los aprisioné con mis labios. Alternaba el paso de mi lengua por todas sus aureolas rosadas y mordidas leves en sus pezones para luego succionarlos con fuerza. Su respiración se aceleraba cada vez más. Mientras que mis dedos iban en busca del interior de su vagina.
    
    Daniella llevaba sus manos a su cara, trataba de cubrirse su boca para ahogar sus gemidos que eran cada vez más fuertes, estaba llegando nuevamente al momento sin retorno, arqueó su espalda, bajó sus manos y buscaron sujetarse a las sábanas mientras sus fluidos brotaban nuevamente de su vagina. Luego de unos instantes, su respiración poco a poco se fue normalizando.
    
    Ahora era el momento de tomar su virginidad. Me levanté, abrí sus piernas y me coloqué encima de ella. Que estaba con los ojos cerrados agotada por las dos corridas que acabada de tener. Al notar mis intenciones trató de detenerme:
    
    -Por favor, nunca lo he hecho.
    
    -Shhh... no te preocupes. ...
    ... -le dije
    
    -No, por favor. -repetía sin convicción.
    
    Mis labios fueron al encuentro de los de ella, mis manos tomaron las suyas y los llevé por encima de su cabeza. Poco a poco sus labios correspondían a mis besos y su lengua buscaba la mía. Solté una de sus manos y tomé mi pene y comencé a pasarlo a lo largo de sus labios vaginales. Daniella expresaba su tensión moviendo sus caderas acompañando los movimiento de mi pene por sobre sus labios vaginales. Sus gemidos eran ahogados por mis besos. La solté, una de sus manos sujetaba fuertemente uno de los parantes de la cabecera de la cama mientras que su otra mano comenzó a apretar uno de sus pechos.
    
    Con mi mano dirigí mi pene a la entrada de su vagina y comencé a dibujar círculos en su entrada a lo ella respondía con sus gemidos ahogados. De repente se puso rígida y abrió los ojos al máximo al sentir como un pene iban entrando por primera vez en su ser. Primero el glande se abrió paso por su ya muy lubricada vagina. Vi como unas lágrimas brotaba de sus ojos al no estar acostumbrada al grosor de mi pene. Mi pene entró apenas un poco más cuando se topó con la resistencia de su himen. Puso sus manos sobre mi pecho como si quisiera evitar que siga entrando. Me acomodé bien, la sujeté con fuerza de los hombros y comencé a empujar hasta que sentir que vencía aquella resistencia mientras Daniella respondía con un grito de dolor y trataba deliberarse de la penetración sin éxito.
    
    Besé su cuello y sus labios, pronto más de las 3/4 ...
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