1. El cuñadito de mi hijo


    Fecha: 01/01/2022, Categorías: Sexo con Maduras Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... silloncito sin respaldo, me subio en el acomodándome de perrito, esa posición me encanta. El hecho de sentir mi culo vulnerable a que me haga lo que el quiera mientras mis tetas cuelgan y yo dejándome hacer me vuelve loca.
    
    Comenzo a meterme la cabeza poco a poco en mi vagina llena de fluidos, costaba trabajo a pesar de estar mojada, su grosor me calentaba y me llenaba por completo. Comenzo a meterla y sacarla poco a poco; yo gemia despacio y en tono bajo. Comenzo un poco mas rápido y comenzó a acariciarme el ano. No me lo esperaba pero no dije nada y lo deje hacer mientras yo disfrutaba de su verga en mi vagina y el masaje de su dedo que poco a poco lo fue introduciendo.
    
    Saco la verga de mi vagina, estaba completamente lubricada por liquidos de ambos y comenzó lo maravilloso. Empezo a acomodar la cabeza de su verga en mi ano. Yo daba gritos cortos de placer y comenzaba a respirar cada vez mas seguido. Estaba excitada. Comenzo a metérmela poco a poco, el lo hizo con calma y cuidado y yo me concentraba para ponerme flojita. Comenzo a meterla y sentía cada centímetro entrar y recorrer el interior de mi culo hasta tenerla completamente adentro. Le dije que esperara unos momentos y que la fuera sacando y metiendo poco a poco mientras mi oyito se acostumbraba al tamaño.
    
    Empezo poco a poco a meterla y sacarla, yo gemia entre placer y algo de dolor, pero sobre todo excitación de tener a un joven de 18 haciendome un anal en la sala de mi casa. Comenzo cada vez con mas ...
    ... ritmo, al igual que mis gemidos, de pronto el dolor se perdió y comenzó puro placer, un placer intenso que me hizo venirme casi inmediatamente. El seguía dándome y jalándome el cabello, me agarraba de la cadera hacia el y hacia que mis tetas se balancearan de adelante hacia atrás, yo me venia una y otra vez, no aguante mas y tuve que doblar mis brazos lo que permitio que mi culo quedara aun mas a su merced. Yo gritaba y no me importaba que los vecinos escucharan, le decía que mas duro mientras me venia, mi vagina estallaba, mis piernas temblaban y mi cuerpo se erizaba, yo no podía ni cerrar la boca, tenia los ojos cerrados. El comenzó a meter y sacar una y otra vez cada vez mas duro, y comenzó también a gemir y a gritar que estaba riquísima, los dos estábamos gimiendo. De pronto volvi a sentir como su verga se estremecio y me comenzó a llenar el ano de semen, el seguía y no paraba. Ahora tenia el culo y la vagina llena de el. El termino de saciarse conmigo y me la saco, los dos nos recostamos un poco ya que yo no podía dejar de temblar. Nos besamos y me siguió tocando, descansamos un poco y nos levantamos para limpiarnos y limpiar un poco para arreglarnos lo mejor que pudiéramos y regresar a la fiesta. Al estar por salir me marco mi hija preguntándome si nos faltaba mucho, le dije que no, que ya casi terminábamos, para ganar un poco mas de tiempo, los dos ya estábamos arreglados y aseados. Le dije que nos tomaramos dos copas mas un poco rápido para regresar a la fiesta y asi lo ...