1. Viernes, 7 de junio de 2019: Persiguiendo al Chub perfecto


    Fecha: 29/12/2021, Categorías: Gays Autor: janpaul, Fuente: CuentoRelatos

    ... una copa, me derretí de gusto. Le silbaron y supo que era Mauro, se dio la vuelta y me quedé sin aliento al ver la parte superior de su pubis y vi cómo sus gordas bolas que su escroto no podía contener se mostraban marcadas por debajo de su polla y se trasparentaban por el material de su simple bañador. Me sorprendió mirándole fijamente y me mostró una sonrisa muy atractiva.
    
    Nos saludamos, miré a Mauro y a Bartes como recabando permiso, lo besé a Milton, él me dejó un beso húmedo y me mostró la punta de su lengua, para indicarme que le quedaban besos que darme. Me gustó esa actitud de conquista frente a un supuesto cazador. El siguió hacia la cafetería y nosotros en dirección a las tumbonas.
    
    Mis rodillas se habían debilitado y no era suficiente sentarme, por eso me acosté en mi tumbona y traté de ocultar mi erección que quería asomar por la cinturilla de mi slip de nylon. Estaba tendido allí fingiendo estar a kilómetros de distancia, se acercó el camarero de bebidas y me ofreció una cerveza. Estuve a punto de protestar porque yo no había pedido nada, pero me dijo que era del "caballero de allá". Mauro me señaló en dirección a Milton y mi corazón dio un vuelco mientras le mostraba mi sonrisa, aceptando su ofrecimiento.
    
    Aunque no me hubiera gustado Milton por ser gordo, peludo, fornido y semental, él se salió con la suya. Vino, me habló y me pidió sentarse a mi lado. Sin palabras, porque no me salían, le indiqué que sí. Me pareció el tío más encantador que me había ...
    ... tropezado y me sentí importante. Ambos sabíamos lo que queríamos, yo ignoraba cómo lo sabía él, luego me enteré que Bartes se lo había explicado.
    
    Me encontraba en una situación excepcionalmente privilegiada que deseaba alargar casi hasta la eternidad, pues me sentía tan bien por haber captado su atención, al mismo tiempo que estaba comenzando a descubrir la belleza que encerraba aquel enorme cuerpo, que trataba de adivinar cómo sería su polla por lo que a través del bañador había captado, pero el modo de mirar, su permanente sonrisa, las palabras tan acertadas en cada momento y sus movimientos hacían de Milton un auténtico experto, que convertía al cazador en cazado.
    
    — Me voy a dar un chapuzón rápido en la piscina, —me dijo.
    
    Deseaba unirme a él para mantener la conversación, pero también quería ver cómo se veía mientras salía, mojado y goteando agua. Valió la pena esperar. Su bañador estaba aún más bajo mientras salía del agua y pude ver la parte superior de su polla. Solo fue como un destello de piel pálida que luego desapareció porque se acomodó su bañador. Todavía vino, se paró ante mí y dejó que el agua fría goteara sobre mi pecho. Podía sentir mi polla tiesa y no hice nada para ocultar mi sentimiento.
    
    — Quizá te gusta mantener las formas en público, —me decía Milton— pero no me importaría en absoluto si me arrestaran por arrodillarme y hacerle a esa polla caliente que llevas lo que quiero hacer.
    
    — Por mí ya mismo —le dije— necesito tenerte de inmediato.
    
    — ...
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