1. La dependienta de la tienda de hípica


    Fecha: 21/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Anónimo, Fuente: RelatosEróticos

    ... ya unos minutos comiéndoselo entero, cuando le di la vuelta con fuerza y le seguí lamiendo desde atrás, ella se inclinó un poco y parecía que le ponía más cachonda esa postura, o la forma de darle la vuelta.
    
    Me levanté y le fui a meter toda mi polla pero me paró, me empujó hacia la pared, y empezó a desvestirme mientras pasaba su boca por todo mi cuerpo. Me quitó la camiseta mientras me besaba y pasaba la lengua por mi cuello, mis pezones, mis abdominales, y ahí... lentamente, en cuclillas y mirándome a la cara con una sonrisa, pero no la risueña de siempre, sino una pervertida, picaresca, casi diabólica; empezó a desabrocharme el pantalón, la cremallera, me lo bajó hasta quitármelo y empezó a darme mordiscos en la polla sobre la ropa interior. Me miró nuevamente y, con la voz más sexy que me han hablado nunca, me dijo “¿quieres que me la meta en la boca?”. No me salían las palabras, pero conseguí decirle con la cabeza que si. Estaba viviendo un sueño que nunca pensé cumplir.
    
    Me bajó los bóxers y mi polla casi le golpea en la cara de lo dura que la tenía. Empezó a pasar la lengua por los laterales, de arriba a abajo, sin metérsela, jugando con ella y conmigo. Empezó a pasar su lengua haciendo círculos por la punta de mi polla, hasta que se la metió hasta la mitad, y continuó metiéndosela y sacándosela de la boca, llegando a dar alguna arcada alguna vez, entonces se la sacaba y pasaba la lengua desde los huevos hasta la punta y se la volvía a meter.
    
    Empezó a jugar ...
    ... con sus dedos cerca de mi ano, pero no me salían las palabras ni para decirle que por ahí no.
    
    En un momento, se escupió la yema de los dedos y, antes de que me diera cuenta, mientras me la seguía chupando, jugó poco más con los dedos alrededor de mi ano e introdujo uno de ellos. Para mi asombro, eso me ponía más cachondo, y hacía que mi polla fuese a explotar.
    
    Mientras me la chupaba y me metía y sacaba el dedo en el ano, yo no paraba de gemir, estaba en la gloria. El pibón de la tienda de hípica con la que siempre soñé me la estaba chupando desnuda en el almacén de su propia tienda.
    
    Llevaba ya un buen rato chupándomela y yo estaba a punto de correrme, así que la cogí de los brazos para incorporarla y poder follar, pero cuando la le di la vuelta para metérsela, me preguntó que si tenía preservativo, y por desgracia no llevaba, y ella tampoco.
    
    Pensé que, o bien seguiríamos con sexo oral, o habíamos terminado la fiesta, pero nunca dejaría de sorprenderme Nuria cuando me dijo “¿has dado por el culo alguna vez?”, contesté que no, que era la verdad, y me dijo “pues hoy te vas a estrenar, mientras me la metes, me vas masturbando el clitoris, y si lo haces bien, llegaré al orgasmo incluso antes que tú”.
    
    Se escupió la mano y se empezó a pasar la saliva por su culo, diciéndome que escupiera a menudo y lo pasara por su ano y por mi polla.
    
    N: “Méteme un dedo, y cuando yo te diga, me metes otro, todo muy despacito, y ya te aviso después para que me vayas metiendo la polla ...