1. En el aire (Fragmento 1)


    Fecha: 20/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: Berni, Fuente: CuentoRelatos

    ... agresor. Instintivo o no, aquella acción alentó a su acosador a seguir ejerciendo aquel meneo repetitivo.
    
    Una mujer de su posición sucumbiendo ante la ordinariez de un fulano que intentaba propasarse, acosándola sexualmente. Sin embargo, contrariamente a lo que pudiera pensarse, su respiración se aceleró, sus pulsaciones aumentaron considerablemente alentando la fantasía de que aquel fulano le levantase la falda y la poseyera allí mismo. No quería verle la cara. Se conformaba únicamente con las sensaciones, ya de por sí, notablemente estimulantes. Ni ella misma creía lo que estaba haciendo o, mejor dicho, lo que estaba dejando que le hiciera aquel sinvergüenza. Si alguien la hubiera visto y reconocido hubiese salido en todos los titulares de la mañana. Marta, la famosa y reputada locutora del programa más escuchado de las tardes dejándose manosear por un desconocido en el metro.
    
    Los apretones de aquel osado individuo eran cada vez más atrevidos, pero nadie parecía percatarse de lo que sucedía, y si alguien lo hizo, ella no se dio cuenta. El hombre no sentía ningún pudor por su actitud, con el riesgo de que alguien reparara en él. Tampoco lo tuvo al inicio, al no contemplar una posible reacción negativa por parte de la que era su víctima.
    
    Marta advertía la impunidad del hombre presionando su virilidad contra su trasero en un reiterado vaivén cada vez más rápido, como si quisiese acabar allí mismo, entonces, por los altavoces anunciaron la parada de Marta, (muy a su ...
    ... pesar) haciendo que bajara de aquella nube en la que flotaba. Por unos momentos, con la puerta del metro abierta, dudó qué debía hacer. Quizás la sensatez pudo más y se apeó del vagón.
    
    Se sintió aliviada, pero en el fondo, reconoció que aquel individuo la había excitado enormemente sin ni siquiera haberlo visto. Caminó por el andén para salir de la estación y su curiosidad hizo que volteara la cabeza para ver si la seguía, sabiendo que no había modo de reconocerlo, a no ser que manifestase alguna señal por su parte que lo identificara. Y lo cierto es que no identificó a nadie que se revelase como su posible acosador, con lo cual siguió su camino por el andén hacia la salida, pero antes de subir las escaleras se volteó una vez más para, entonces sí, observar a alguien de una edad indefinida, (entre una franja de treinta y cinco a cuarenta) que le sonreía. Automáticamente se dio la vuelta y la ensoñación de minutos antes se vino abajo diciéndose a sí misma que aquel hombre no le gustaba en absoluto. Era un poco más alto que ella, desaliñado, con una barriga cervecera que no disimulaba, y con la camisa saliéndose de los pantalones. Vestía unos tejanos, en los cuales se evidenciaba su reciente excitación y eso le confirmó que, efectivamente era él. Llevaba unas zapatillas que en sus mejores momentos habrían sido blancas, pero tenían ahora un color neutro indefinido. Sus entradas eran bastante prominentes, anunciando una calva que no se haría de esperar. En definitiva, no le vio ...
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