1. Medicamentos milagrosos


    Fecha: 15/12/2021, Categorías: No Consentido Autor: Fedemontemayor, Fuente: CuentoRelatos

    ... a nada.
    
    Juntamos las cosas y mi madre casi no ayudaba en mucho y se veía muy incómoda. La llevé al carro y le dije que se subiera y la subí un poco brusco (en ese momento la veía como mi muñequita) y ella no decía nada eso me tenía muy excitado. Le dije “no te vayas a dormir” y ella nada más asintió. Le pregunté que si tenía sed y me dijo que sí. Le dije que le iba atraer algo de tomar.
    
    Fui a la cajuela y saqué tres termos. En uno preparé una bebida energética para mí, el segundo prepare un wisky con Red Bull y le puse dos pastillas molidas y tres gotitas y por último otro muy cargado de wisky y dos gotitas más. Me subo al carro y ya casi todos se habían ido ya mi hermana estaba despidiendo a las últimas de sus amigas. Le entregué su termo a mi madre y le digo que se lo tome y ella sin decir ni pío se lo tomó de un trago (insisto traía un calor interno que no podía con el).
    
    Cuando mi hermana se subió al carro le di el termo y se empezó a reír. Me dijo “tiene alcohol” y le dije que sí y terminé con un feliz cumpleaños. “Y mi mamá no me va a decir nada, no claro que no, ella ya está dormida” (claro que no estaba dormida) ella tenía los ojos abiertos y la boca también. Ahí mi madre hizo que se me parara la verga al verla como su baba le escurría.
    
    Mi hermana le dio el primer trago y me dijo “que amargo sabe”. “Así es hermanita así es el primer trago ya después le agarras el sabor”. Me imagino que era por el medicamento. Seguimos el camino y cuando llegamos a la casa ...
    ... mi hermana ya se había terminado su vaso. Metí el carro al garaje y le empecé a sacar plática que como se la había pasado. Que si le había gustado su cumpleaños, etc. Ella contestaba incoherentemente y un poco perdida yo aprovechaba para tocarle las piernas a mi madre, que con cada toque de piernas se estremecía. Me bajé y ayudé a mi hermana a bajar la cual también la empecé a tratar como una muñeca. La llevé a su cuarto y la tiré a su cama como trapo, ella nada más se quejó y le dije “cállate y duérmete”. Ella no dijo nada, el cuarto se quedó en silencio.
    
    Pues llegó la hora de la verdad, fui al carro por mi madre y le hablé por su nombre. “Ivette bájate ya llegamos” y ella no hacía nada. Con mi dedo índice lo llevé a su mejilla la cual estaba complemente babeada y empecé a meter el dedo en su boca. Ella no oponía resistencia al contrario abría más la boca. Le meto otro dedo a la boca y jugaba con su lengua. Estuve jugando un poco con su boca y la ayudé a bajar. Ella estaba fuera de sí. La llevé a mi cuarto y la acosté boca abajo. La contemplé un momento y por fin esa mujer a la que tanto había visto y fantaseado con ella iba hacer mía.
    
    Lo siguiente me dejó loco, cuando le quité los zapatos de tacón traía los pies mojados. “Mira nada más como sudaste ehhh...” le subí el vestido y las piernas igual y el olor era un olor embriagante.
    
    Cuando llegué a la parte de la panty que era de color beige, estaba completamente empapada. Se lo empecé a bajar y por lo empapada y lo ...