1. La felicidad de un cuckold


    Fecha: 08/12/2021, Categorías: Intercambios Autor: Lobo-y-Luna, Fuente: CuentoRelatos

    ... cariño.- le dije
    
    Y poco a poco, empezó a dejar de estar echada para el lado y levantó la cabeza, mirando la polla de Kiyo, que estaba ya enorme.
    
    Vi su cara de deseo, entre el alcohol y la situación. Y decidí abrirle el culo que estaba mirando para nuestro amigo.
    
    Él al ver el espectáculo empezó a tocársela muy sueva, y ella en ese punto no paraba de mirar su polla, de vez en cuando miraba la mía, me miraba a mí y aceleraba con la paja.
    
    No aguantaba más, necesitaba más y más de esa situación adictiva:
    
    -Ven siéntate a mi lado amor - Ella se incorporó y se sentó a mi lado - Abre las piernas que vamos a enseñarle que cosa más rica tienes ahí.
    
    No dudó, se recostó un poco para atrás y abrió las piernas enseñándole su flor a nuestro amigo, que en ese punto la tenía a reventar y se la pajeaba de arriba a abajo, despacio, recorriéndola toda, y en los ojos de Luna, podía ver el deseo.
    
    Lo tenía húmedo, y un poco abierto. Llevé mi mano por encima y empecé a tocárselo en círculos, que le vuelve loca y noté mi mano mojada, aceleré y noté como se le endurecía el clítoris y sus labios se abrían un poco más.
    
    Ella cerraba los ojos, pero cuando los abría miraba a Kiyo a la poya y luego a los ojos.
    
    Paré, cogí su mano y se la llevé a su propio coño que se empezó a rozar y al ver que yo no seguía, empezó a tocarse fuerte.
    
    Era el momento:
    
    -Has visto como se le ha puesto? - le dije señalándole el pollón, a lo que ella dijo que si susurrando y moviendo la cabeza y ...
    ... aceleró con las dos manos, la que tenía en mi polla y la que tenía en su coño
    
    -¿Quieres tocarla? Acércate - le dije a mi amigo que se puso al otro lado - Quiero ver como se la tocas, cariño.- le quité la mano de mi polla mientras Kiyo se sentaba a su lado y me puse a mirarlos.
    
    Ella cambió de mano, se soltó la mano con la que se masturbaba, que la tenía muy mojada y pude ver su mano agarrar el pollón con fuerza, mientras le miraba a él como pidiendo permiso con cara de deseo.
    
    Él por su parte, cogió sus manos y empezó a acariciarle los mulos, por dentro y ella se derretía y apretaba su polla.
    
    Por fin el momento en que su mano llegó a su coño y ella gimió. Él empezó a mover su mano sobre su clítoris.
    
    -Si! Si! no pares!
    
    Él aceleró y ella se corrió. Miré sus tetas y tenía los pezones a reventar. El coño lo tenía enrojecido, abriéndose, como si quisiera prepararse para esa polla. Yo me acariciaba la mía, despacio, sin apretar, porque no quería correrme.
    
    De repente, Kiyo, con dos dedos le abrió los labios y empezó a jugar con un tercero a la entrada de su coño. He de decir que eso mismo le hago yo cuando quiero volverla loca, sabía que se estaba poniendo a tope, así que me acerqué a su oído y le dije:
    
    -Cariño, no se la quieres comer?
    
    -Si! ah! si, quiero metérmela en la boca, no me va a caber, pero quiero sentirla.
    
    -Pues está lista para ti, nena. - Dijo mi amigo a lo que a ella le puso más cachonda todavía, separo su culo un poco de donde estaba sentada, ...
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