1. ¡Feliz Navidad!


    Fecha: 03/12/2021, Categorías: Infidelidad Autor: danielopolis, Fuente: CuentoRelatos

    Mi mujer, Lucy, con la que estamos juntos desde hace veinte años, había tenido un matrimonio anterior y del mismo había concebido cinco hijas, ya grandes ellas solían venir a las fiestas a nuestra casa o nosotros íbamos a las de ellas. Todo dependía de quién se hacía cargo de invitar al resto.
    
    Faltaba una semana para que fuera 24 de diciembre, no iba a ser una navidad más, Lucy llegó del supermercado y me dijo:
    
    -Tito el 24 las chicas se van con las familias de sus parejas, la única que va a estar sola es Daniela, porque sus hijos se van con sus padres.
    
    -Bueno -le digo- decile que venga, no se va a quedar sola en su casa, incluso invítala a que se quede a dormir acá y almorzamos el 25 también los tres. ¿Qué te parece?
    
    -Me parece muy bien -me dijo.
    
    Igual, le comenté con un susurro al oído:
    
    -me vas a hacer la fiestita… ¿no?
    
    -Claro -me contestó- de eso no te quepa duda, tengo ropa interior nueva para ese día, mi amor.
    
    -¡Qué bueno! -digo yo.
    
    Y llegó el 24, Lucy se duchó a eso de las seis de la tarde y yo lo hice inmediatamente después.
    
    Le pregunté:
    
    -¿a qué hora viene tu hija?
    
    -A eso de las nueve -me dijo-. Le pedí que se ponga pollera porque a vos te gusta. Viste que Daniela es muy del jean.
    
    -¿Y lo va a hacer? -le pregunté incrédulo.
    
    Ella me contestó:
    
    -sí, eso me dijo.
    
    Mi mujer se había puesto un vestido muy liviano, con breteles muy finos, con lo cual no llevaba corpiño, se podían ver a través de esa tela tan fina, la erección de ...
    ... sus pezones, cosa que me excitaba mucho.
    
    Yo me había puesto un pantalón liviano de color negro, soy de usar colores tradicionales y una camisa, celeste con unas pequeñas rayas, muy delicadas, por cierto.
    
    A eso de las nueve y quince llaman a la puerta. Era Daniela, vestida con una remera blanca y con una pollera de color rojo y por arriba de las rodillas. La verdad estaba muy linda.
    
    Nos saludamos los tres y yo propuse hacer un brindis, a Lucy como a su hija le gusta la cerveza, entonces fue a buscar tres vasos y brindamos por nosotros.
    
    Tipo diez de la noche fuimos a la mesa, Daniela pasó primero, luego mi mujer, que llevaba unos platos con algunas exquisiteces y le metí una mano en ese culo grande que tiene, se dio vuelta y me regaló una sonrisa.
    
    Nos sentamos a la mesa, Lucy y yo en uno de los laterales y enfrente de nosotros Daniela, cenamos frugalmente, yo tomo siempre agua, pero las mujeres no dejaron a la cerveza tranquila, tomaron en una buena medida. Conversamos y nos reímos bastante. Yo siempre con mis chistes con doble sentido que me eran festejados tanto por mi mujer como por su hija. Entre otras cosas, le comenté a Daniela que su madre me iba a hacer la fiesta esta noche.
    
    En algún momento Daniela propuso poner una cumbias para escuchar y a mí se me ocurrió sacar a bailar a mi esposa, mientras ello ocurría le toqué de nuevo el culo y ella me respondió con un hermoso beso de lengua. Eso hizo que se me parara la verga. Daniela, a todo esto, miraba de ...
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