1. Y así terminan todas tus citas (Parte 2)


    Fecha: 27/10/2021, Categorías: Hetero Autor: RenRyo, Fuente: CuentoRelatos

    ... malicia en su voz y eso me dio esperanza de que la noche terminaría muy bien.
    
    Fuimos a cenar a un bar, mucha gente, la música de reggaetón, comimos alitas, hamburguesa, papas, tacos, pedimos muchas cosas, ya que ambos, teníamos mucha hambre. Así estuvimos comiendo y platicando de cosas triviales durante el tiempo que duró la velada. Ya entrada la noche, sentía el efecto de las cervezas en mi cuerpo, me sentía más alegre y más desinhibido. Se terminó la comida, y estábamos llenos, ya era algo tarde, la 1 am. Así que le pedí la cuenta al mesero y pague la cuenta. Salimos hacia la avenida, y mientras esperamos el taxi, solo comente.
    
    —Entonces te voy a dejar a tu casa, y ya de ahí, en el mismo taxi, me voy a la mía —lo dije sin ninguna maldad, porque no quería que ella se fuera sola. Sentía que igual se le subió un poco más el alcohol a ella.
    
    —No —respondió inmediatamente.— Mejor vamos a un lugar más privado.
    
    —¿A dónde quieres ir? —Ya había captado el mensaje, pero la pregunta era muy abierta, y lo principal, no quería ir a un motel, a la 1 am, para luego salir a las 3 am. Era muy tarde, y no me quería arriesgar a que nos asalten o nos pase algo por la calle, por estar a altas horas de la noche.
    
    —¿Qué te parece a un hotel? —menciono mientras volvía a agarrarme del cuello y nos volvíamos a besar.
    
    —Carolina, yo no tengo dinero para ir a un hotel, mejor vamos a mi casa —le dije fijamente para que aceptara mi invitación. No quería pagar un motel, y mucho menos un ...
    ... hotel, iba a ser más caro, era mejor en mi casa, en mi cuarto.
    
    —Está bien, vámonos.
    
    No tardamos mucho en agarrar un taxi, la trayecto fue rápido, en 15 minutos estábamos en mi casa. Pasamos la reja de entrada con mucho cuidado, ya que al abrirla, rechinaba mucho y eso podía despertar a mis papás que estaban en el segundo piso, salude a mis dos perros que rápidamente salieron a verme, les hice una seña para que no ladraran a Carolina que rápidamente se sujetó más fuerte de mi brazo, cruzamos la sala con mucho silencio, ya que ahí dormía mi hermano, abrimos la puerta, y al fin, estábamos en mi cuarto. Sentía que la travesía fue larga, pero al fin, estábamos en mi casa, en mi cuarto, y sin ninguna interrupción, también tenemos que cuidar del ruido, ya que en el cuarto de alado, estaba mi otro hermano con su novia y sus dos hijas, así que el silencio, era algo primordial, pero después de un rato, eso ya no iba a importar.
    
    En cuanto entramos al cuarto, me impresionó mucho, que Carolina simplemente se subiera a la cama, así como así, sin ni siquiera quitarse los zapatos. Eso me sacó de onda, pero intuí que está algo tomada o que así lo hacía en su casa.
    
    —Puedes quitarte los zapatos —le dije mientras me situaba en la orilla de la cama, y le empezaba a desamarrar los cordones.
    
    —No —rápidamente me retiró su pie.— Déjame así.
    
    —¿Como que te deje así?, las sábanas son blancas, y las vas a manchar con tus zapatos —empezaba a molestarme. Si no hacía que si quitara los ...
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