1. Natalia, la sedienta madre soltera


    Fecha: 29/09/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: LuisArturo, Fuente: CuentoRelatos

    ... lo que levanté su falda y al natural toque ese trasero el cual nunca me imaginé tener en mis manos.
    
    Nat: Ya vi que no eres tan tímido, y si vamos a mi habitación?
    
    Yo: Vamos… -le dije mientras le mordía y besaba el cuello con el fin de excitarla.
    
    Apenas entramos a su habitación, se dejó caer en la cama, tenía ya su falda levantada y como la bestia en celo que estaba despertando, se apresuró a desnudarme, me dejó solo en calzoncillos y ella se quitó su falda y su camisa, quedando en solamente en su ropa interior y sus pantimedias, algo que me prendía bastante, pues estábamos listos para la acción. Excitados por el momento, nos besamos y nos saboreábamos, la verdad nunca imaginé que esa mujer fuera así de cachonda, a penas teníamos un par de minutos en la cama cuando.
    
    Nat: Hazlo… hazlo por favor…
    
    Yo: Que?... que quieres que haga?
    
    Nat: Dame mi regalo de cumpleaños... dámelo ya por favor…
    
    Yo disfrutaba su desesperación... “que quieres Natalia?”
    
    Nat: Tu verga papi, ya dámela en mi costa…
    
    Le abrí las piernas, retiré su tanga y me encontré con una madura vagina bastante húmeda, un poco velluda por obvias razones y, sinceramente no creía que a su edad podía estar así de mojada.
    
    -Feliz cumpleaños Natalia!! -Le dije mientras introducía mi miembro en su conchita.
    
    Nat: Despacito por favor… hace un par de años que no entra nadie ahí.
    
    Yo: Relájate. -Le dije mientras le recorría su pecho con mi lengua y mis besos.
    
    Nat: Que rica verga tienes ...
    ... papi…
    
    Eso me motivó a de un solo golpe introducirla mi pene, a lo cual un grito descomunal salió de su boca.
    
    Nat: Aaaahhh te dije que despacio.
    
    Yo: Ya quería hacértelo.
    
    Nat: Esta bien papi, dame mi regalo de cumpleaños…
    
    Esas fueron las últimas palabras que salieron de su boca, pues fue cuando en la posición de misionero empecé a penetrarla, ella solo gemía y pedía más rapidez o más lentitud, mientras que yo sentía sus contracciones vaginales al son de sus gritos.
    
    Nat: Así, así dame mi regalo de cumpleaños mi niño.
    
    Me sorprendía que me llamara de esa forma, pero estaba justificado por la pasión del momento.
    
    Mi verga estaba en su total plenitud, eso en combinación de su dulce humedad, hacían que Natalia gimiera en cada penetrada.
    
    Si yo hubiera seguido así, seguramente un par de embestidas después hubiera eyaculado, pero quería disfrutar del momento, de esa sedienta dama, de ese maduro cuerpo que difícilmente volvería a tener de esa manera, así que la detuve y le pedí que cambiáramos de posición.
    
    Nat: Ahora como me quieres papi?
    
    Sin decir palabra alguna, yo me recosté y la hice montarme, se acomodó y empezó a cabalgar cual vil vaquera, no pasaron ni 5 minutos de brincos, cuando me pidió le presionar sus pechos, que se los pellizcara, y aunque no eran muy grandes, aún conservaban buena forma. Casi al contacto con ellos, y después de un grito candente, se vino a choros, tal cual, inclusive se hizo un pequeño charco de su squirt en mi abdomen.
    
    Nat: Ayyyy ...