1. Natalia, la sedienta madre soltera


    Fecha: 29/09/2021, Categorías: Sexo con Maduras Autor: LuisArturo, Fuente: CuentoRelatos

    Les vengo a contar una historia que me pasó hace un par de años, pero que hasta hoy tuve el tiempo y pude animarme a contar.
    
    Todo empezó en mi vecindario, donde llegó una nueva empleada a una panadería, ella era la señora Natalia, una mujer que sinceramente es poco agraciada, tez morena, bajita de estatura, con pequeños senos, pero muy buena pompi. Lo agradable de ella era su carácter, acompañado de una buena forma de vestir, ropa deportiva que algunas veces que hacían resaltar un culito respingón y bien formado.
    
    Natalia era una mujer madura, madre soltera de aproximadamente 42 años en ese entonces, mamá de un pequeño niño de secundaria, del cual me hice amigo, pues a pesar de que tenía yo 18 en ese entonces, seguía jugando fútbol en las calles con los demás chavos del vecindario. A su hijo se le complicaba la escuela y por esa razón la señora Natalia me contrataba como su asesor extra escolar, trabajo que me agradaba pues se me facilitaba la enseñanza y ganaba un dinero extra. Así pasaron los meses, hasta que un día viernes fue el cumpleaños de la señora, y en vez de dar clase, solo fui a convivir con ella y su hijo, comimos un poco de pastel y tomamos un par de cervezas, solo dos o tres, pues al atardecer debía llevar a su hijo a la escuela, ya que se iba de campamento. Dieron las 6 de la tarde y los acompañé al colegio de su hijo, pues era hora de su partida, lo vimos irse junto con sus amigos y regresamos a casa de Natalia, sinceramente hasta ese entonces, yo la ...
    ... veía solamente como la mamá de mi amigo y nada más, pues a pesar de que a mí me fascinan las mujeres maduras, a ella no la veía aún como alguien a quien quisiera follar.
    
    Camino a su casa pasó lo siguiente:
    
    Nat: Bueno, pues ya se fue mi cachorro, estaré sola de hoy al domingo...
    
    Yo: Si pues, así pasa Natalia, lo bueno es que en tu trabajo te distraes un rato…
    
    Nat: Bueno fuera, pero se descompuso el horno y hasta el lunes lo van a arreglar, así que será un fin de semana largo, sin hijo y sin trabajo, bueno, servirá para relajarme…
    
    Yo: Ohh, vaya que sí, deberías aprovechar para salir y divertirte, ir a un antro o que se yo...
    
    Nat: ja ja ja a mi edad? Ni un viejo rabo verde me haría caso... Pero bueno, se me ocurre algo, quiero sentirme joven de nuevo y si vamos por más cervezas y las bebemos en mi casa?...
    
    Que rayos!? Me quedé sorprendido, la verdad esa propuesta jamás se me hubiera ocurrido y la verdad es que ni se me antojaba, como un joven de 18 iba a beber con una señora de 42!? Y a pesar de todo ni atractiva era... (Les juro amigos lectores, que estaba seguro de decirle que no, pues seguramente sería algo aburrido y terminaría yo cuidando a una señora ebria) Pero jamás imaginé lo que pasaría y todo lo que cambió a partir de ese momento…
    
    Yo: Ammm... pues... bueno... (Finalmente accedí, no iba a dejar abandonada a una conocida y menos en su cumpleaños y bebiendo sola, así que recordé que no tenía algún plan más divertido y accedí)
    
    Nat: Ándale, anímate, ...
«1234...»